Violentas protestas estallaron en la mayor planta de fabricación de iPhone en China, propiedad del gigante tecnológico taiwanés Foxconn, donde se vivieron enfrentamientos entre trabajadores y personal de seguridad para pedir mejores salarios y mejores condiciones de vida en la fábrica.
En vídeos compartidos en las redes sociales Weibo y Twitter, se puede ver a cientos de trabajadores de esta planta, situada en Zhengzhou, manifestándose en una carretera. Algunos se enfrentaron a la policía antidisturbios y a personas con trajes de protección.
Uno de los vídeos mostraba a un hombre con la cara ensangrentada mientras alguien fuera de cámara decía que “están golpeando a la gente, golpeando a la gente. ¿Tienen conciencia?”.
Otra mostraba a decenas de trabajadores enfrentándose a policías al grito de “¡Defendamos nuestros derechos!”.
En esta escena, más tarde aparecen varios camiones de bomberos rodeados de policías con trajes de protección cerca de los bloques de viviendas.
“Todos los trabajadores, por favor, vuelvan a sus alojamientos, no se asocien con una pequeña minoría de elementos ilegales”, dice una voz en un altavoz desde un camión.
La política china de “cero COVID” está provocando cansancio y resentimiento de amplias franjas de la población, con confinamientos que duran semanas en fábricas y universidades o la prohibición de viajar libremente.
Ante ello, Foxconn dijo que los trabajadores se habían quejado de los salarios y las condiciones en la planta, pero negó que hubiera alojado a los nuevos trabajadores junto al personal contaminado por COVID-19 en la fábrica de Zhengzhou, el mayor productor mundial de iPhone.
En lo que se refiere a la violencia, la compañía seguirá comunicándose con los empleados y el Gobierno para evitar que se repitan incidentes similares dijo el gigante tecnológico taiwanés en un comunicado.
Foco de disturbios
Foxconn, también conocida por su nombre oficial Hon Hai Precision Industry, es el mayor fabricante de electrónica del mundo y ensambla aparatos para muchas marcas internacionales.
El gigante tecnológico taiwanés, principal subcontratista de Apple, registró recientemente un aumento de los casos de COVID-19 en su planta de Zhengzhou, lo que llevó a la empresa a cerrar el complejo en un intento de mantener el virus bajo control.
La enorme instalación de unos 200 mil trabajadores, apodada “La Ciudad del iPhone”, ha estado funcionando desde entonces en una burbuja de “circuito cerrado”.
Este mes, aparecieron imágenes de trabajadores huyendo a pie, presas del pánico, en el contexto de las denuncias de las malas condiciones de vida de las instalaciones.
Para compensar la huida de trabajadores, la empresa ofreció grandes primas y otros incentivos a los empleados que se quedaron y el Gobierno local envió a nuevos trabajadores en un intento de mantener la fábrica a flote.
Foxconn, mayor empleador del sector privado de China
Apple reconoció este mes que el cierre había “afectado temporalmente” a la producción de esta fábrica, la joya de la corona de la compañía taiwanesa, que produce iPhones en grandes cantidades.
Además, Foxconn es el mayor empleador del sector privado de China, con más de un millón de personas trabajando en todo el país en unas 30 fábricas e institutos de investigación.
China es la última gran economía que se aferra a esta estrategia para luchar contra COVID-19 que consiste en imponer confinamientos masivos, test y largas cuarentenas .