Su travesía duró dos meses, fue diferente a la de otros migrantes venezolanos que buscan un mejor futuro.
“Lo único que yo deseo es, por lo menos los últimos años de vejez de mi papá y de mi mamá, aunque sea darle una buena vida de comida y de alimentos, que es lo que más sueño. Por eso estoy aquí en esta lucha, que, si no, no estaría aquí, esta vaina demasiado fea”, dijo Marcel Maldonado, migrante venezolano.
Con una prótesis ante la falta de su pierna derecha, Marcel Maldonado salió por tierra de Venezuela hacia Colombia el 15 de septiembre.
“A mí me dijeron: ‘¿Cómo te vas a ir a la selva? Mira la gente que ha muerto en la selva, gente normal, gente sana ha muerto en la selva. Imagínate tú con esa pierna. El infierno lo hace la delincuencia organizada que hay dentro de la selva, dentro de la parte de Panamá, porque una vez que te toman esas personas, te secuestran, ya ahí cambia todo”, señaló Marcel.
Asistido por otros migrantes, en Panamá cruzó el río Turquesa y la selva del Darién. Zona que también han cruzado 120 mil menores no acompañados, durante este año.
“A mí se me dificultó bastante los ríos y gracias a ese muchacho, a esos muchachos, yo avancé también bastante en la selva”, agregó Marcel.
Esquivando riesgos, continuó su ruta por Costa Rica, Nicaragua, Honduras.
Marcel no viajó solo, estuvo acompañado por su esposa Andrea y su pequeño hijo, Samuel.
Desde Guatemala, entró a Chiapas y avanzó hasta Ciudad de México. La noche del 7 de noviembre ingresó a Texas junto con decenas de migrantes, se entregó a la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo. Después fue liberado.
“Nosotros también afortunados en realidad de que nos pasaron de una vez a cruzar, cuando había personas que tenían hasta tres días esperando para poder ser seleccionado a cruzar. Yo no sé, la voluntad de Dios quería que nosotros pasáramos ese día y así fue pues”, puntualizó Marcel.
Ya en Estados Unidos, Marcel vende flores en las calles de Carolina del Norte y espera con ansia, que su solicitud de refugio tenga una respuesta positiva.
La travesía de Marcel ha tenido un mejor final al que tuvo un grupo de 20 migrantes hondureños indocumentados que perdieron brazos o piernas al tratar de llegar a Estados Unidos a bordo del tren conocido como “La Bestia”.
En 2015 realizaron la “Marcha de los mutilados” para pedir una audiencia con el entonces presidente Barack Obama y darle a conocer las graves secuelas de los programas que buscan frenar la inmigración irregular. No fueron recibidos.