La justicia francesa declaró este jueves al expresidente conservador Nicolas Sarkozy culpable de financiación ilegal de campaña, tras haber excedido el límite de gastos autorizados en las elecciones presidenciales de 2012.
Sarkozy, de 66 años, se convirtió en marzo pasado en el primer expresidente de la Quinta República en ser sentenciado a prisión firme, por corrupción y tráfico de influencias en otro caso.
La condena de este jueves se produce en el llamado caso Bygmalion, que se sumergió en las cuentas de la campaña de la presidencial de 2012, que el entonces mandatario perdió contra el socialista François Hollande.
La presidenta del Tribunal, Caroline Viguier leyó el fallo antes de pronunciar las penas contra el exjefe de Estado, que no acudió a la lectura del veredicto y contra los otros 13 acusados.
Al término del juicio celebrado en mayo y junio, la Fiscalía había pedido un año de prisión, de los cuales seis meses de cumplimiento obligatorio, por esta campaña de “espectáculos a la estadounidense”, en la que dejaba pasar los gastos sin preocuparse por ellos.
Este exceso de gastos se habría ocultado en un montaje financiero entre el partido oficialista Unión por un Movimiento Popular (UMP), actualmente los Republicanos, y la empresa que organizó los eventos, Bygmalion.
A diferencia de las otras 13 personas que se sientan en el banquillo, al exjefe de Estado conservador no se le acusaba del sistema de doble facturación puesto en marcha, sino de financiación ilegal de campaña.
En concreto, se gastó 42.8 millones de euros, casi el doble del límite legal.
Es un cuento. Me gustaría que me expliquen en qué hice más campaña en 2012 que en 2007. ¡Es falso!”, comentó Nicolas Sarkozy.