La Agencia de Protección al Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos anunció una desregulación ambiental masiva para alinearse con las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump.
Entre los ajustes figura la revisión de restricciones existentes en agua, petróleo, gas, mercurio, gases tóxicos, vehículos eléctricos, gases de efecto invernadero, energía eléctrica, refinación de hidrocarburos, carbón, industrias operadas con carbón, calidad del aire, manejo de riesgos, entre otros tópicos.
En un comunicado, el titular de la dependencia ambiental, Lee Zeldin, explicó que inició una revisión de iniciativas para evitar determinaciones basadas en criterios de raza o condición socioeconómica en lo referente a la producción de energía.
También dijo que la anulación de restricciones ambientales busca aliviar a la economía de “cargas burocráticas potencialmente innecesarias”, con un total de 31 medidas desregulatorias.
Señalamiento directo a Biden
Zeldin criticó a la administración del presidente Joe Biden, antecesor de Trump al frente del ejecutivo estadounidense, por buscar “justicia ambiental” a través de medidas que consideró negativas para el desarrollo energético del país.
“Al realinear el ejercicio ambiental con la ley en vez de la agenda activista podemos ayudar a la prosperidad económica y la seguridad energética, mientras garantizamos el cumplimiento de las regulaciones adecuadas”, sostuvo el director de la dependencia ambiental.
Coordinación con las órdenes ejecutivas
Las órdenes ejecutivas que ha firmado Trump significan una estrategia mayúscula de desregulación ambiental, celebró la EPA.
La agencia se comprometió a que con la anulación de restricciones ambientales se revitalizará la industria automotriz y se reducirán los costos de la energía para los consumidores.
Además, aseveró que buscan fortalecer el federalismo para que cada entidad de la Unión Americana tome sus propias determinaciones ambientales.