En un operativo coordinado por diversas agencias federales, el Gobierno de Estados Unidos logró interceptar más de 10 mil armas de fuego, explosivos y cientos de miles de municiones que iban a ser traficadas hacia México para abastecer a cárteles del narcotráfico.
La operación, denominada Relámpago del Desierto, fue presentada como un esfuerzo sin precedentes para frenar el flujo de armamento hacia el sur y reducir la violencia en ambos lados de la frontera.
La acción responde al compromiso asumido por el expresidente Donald Trump y la entonces fiscala general, Pam Bondi, para actuar con mano dura contra el tráfico ilegal de armas.
De acuerdo con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), entre el 20 de enero y el 1 de mayo, se decomisaron:
- 10,592 armas de fuego
- 655,388 cartuchos de munición
- 8,722 componentes de armas
- 6,335 artefactos explosivos
Los decomisos ocurrieron principalmente en puntos de inspección vehicular, peatonal y comercial en la frontera, especialmente en Nogales, Arizona. Funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Oficina de Seguridad Nacional (DHS), la ATF y agencias de inteligencia participaron de manera conjunta.
“La operación demuestra que estamos unidos para acabar con el tráfico de armas y la amenaza creciente de las organizaciones criminales transnacionales”, señaló Brendan Iber, agente especial de la ATF en Arizona.
Por su parte, Ray Rede, agente de Seguridad Nacional, afirmó que las investigaciones contra estas organizaciones —a las que calificó como terroristas— han sido una prioridad, dado su papel en la violencia binacional.
“Este esfuerzo continuará y será intensificado”, aseguró.
Guadalupe Ramírez, directora de Operaciones de CBP en Tucson, explicó que, con la designación de los principales cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, los traficantes de armas enfrentan penas agravadas.
“No importa si son ciudadanos estadounidenses o mexicanos; serán procesados por terrorismo”, advirtió Timothy Courchaine, fiscal federal para el Distrito de Arizona.
La operación fue presentada públicamente en Nogales como ejemplo de la cooperación federal e interagencial. Las autoridades reafirmaron que el flujo de armas hacia México representa una amenaza directa para la seguridad regional y reiteraron su compromiso de mantener e intensificar estas acciones.