El presidente electo Donald Trump se prepara para iniciar su segundo mandato tras una victoria contundente en el Colegio Electoral.
A pesar de las profundas divisiones políticas que atraviesan Estados Unidos, Washington se ha transformado en el epicentro de celebraciones encabezadas por el movimiento “Hagamos Grande a Estados Unidos Otra Vez (MAGA)“.
Trump arribó a la capital el sábado por la noche, viajando desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, en un Boeing 757 presidencial.
Pasó la víspera de su investidura en Blair House, frente a la Casa Blanca, tras una fiesta en su club de golf en Virginia.
El domingo marca su primer día completo de regreso a la ciudad, donde planea colocar una corona en la Tumba del Soldado Desconocido en Arlington y liderar un mitin en el Capital One Arena.
Seguridad sin precedentes
Washington ha implementado medidas de seguridad sin precedentes para garantizar el desarrollo tranquilo de los eventos.
Contrario a los disturbios de 2021, no se esperan grandes protestas ni violencia. Sin embargo, la polarización sigue latente, con Trump considerado una de las figuras más divisivas de la historia del país.
Debido a las bajas temperaturas pronosticadas, Trump decidió trasladar la mayoría de los eventos al interior del Capitolio, incluyendo el juramento en la Rotonda. El tradicional desfile inaugural se adaptará al espacio del Capital One Arena.
Desafíos y promesas de unidad
Aunque el Partido Republicano controla el Congreso, las promesas de Trump sobre promover el bipartidismo podrían enfrentar dificultades debido a la polarización política.
En una entrevista con NBC News, el presidente entrante afirmó que su discurso inaugural abordará temas de unidad, fuerza y equidad.
Trump publicó en sus redes sociales: “¡El 20 de enero no puede llegar lo suficientemente rápido! Todos quieren que suceda”, reafirmando su entusiasmo por el inicio de este nuevo periodo presidencial.
Mientras tanto, el presidente saliente Joe Biden pasó su último día en Carolina del Sur, reflexionando sobre su legado y advirtiendo sobre la creciente influencia de intereses ultrarricos en la democracia estadounidense.
Su discurso de despedida marcó el cierre de una administración enfocada en la equidad social y los derechos civiles.
El regreso de Trump a la Casa Blanca simboliza el fortalecimiento del movimiento MAGA, que celebrará su renovado liderazgo con pompa y una base fiel de seguidores.