Este miércoles, el expresidente Donald Trump visita la frontera entre Estados Unidos y México mientras busca recuperar el centro de atención, montando una ola de ataques republicanos contra el presidente Joe Biden por el aumento de migrantes atrapados entrando a Estados Unidos.
El viaje con el gobernador de Texas, Greg Abbott, a una sección inacabada del muro fronterizo cerca de Weslaco en el extremo sur de Texas es la segunda aparición pública esta semana del republicano Trump, quien perdió ante Biden, un demócrata, en las elecciones de noviembre.
Trump ridiculizó a Biden en un mitin de Ohio el sábado, su primer evento de este tipo desde que dejó la Casa Blanca, acusándolo de haber “desmantelado las defensas fronterizas de Estados Unidos e incitado a una avalancha de inmigrantes ilegales como este país nunca ha visto”.
Desde que asumió el cargo hace cinco meses, Biden ha revertido muchas de las políticas restrictivas de Trump y ha prometido un sistema más humano. Detuvo la construcción del muro fronterizo característico de Trump y puso fin a un programa que obligó a decenas de miles de migrantes a esperar en México a la espera de la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos.
Bajo Biden, los arrestos en la frontera suroeste han aumentado a los niveles mensuales más altos en dos décadas, un aumento al que los republicanos atribuyen políticas más acogedoras .
Aunque los republicanos han señalado que la inmigración será un punto focal de su campaña para retomar el control del Congreso el próximo año, una encuesta de Reuters / Ipsos a 4 mil 420 adultos sugiere que sus ataques están teniendo poco efecto.
Aproximadamente el 10% de los adultos clasificaron la inmigración como la principal prioridad de la nación en una encuesta del 11 al 17 de junio, 5 puntos menos que una encuesta similar en abril. Entre los republicanos, el 19% mencionó la inmigración como una de sus principales prioridades, 10 puntos menos que en abril.
La aprobación de los estadounidenses sobre el manejo de Biden de los problemas fronterizos no ha cambiado en los últimos meses, con un 47% diciendo que desaprueban su liderazgo en migración, mientras que el 40% dijo que lo aprobaron.
Los funcionarios de Biden dicen que la pobreza, el crimen, la corrupción y los efectos del cambio climático han llevado a los migrantes al norte desde partes de Centroamérica y defienden el enfoque de la administración hacia la frontera.
Más de 270 mil migrantes han sido recogidos en el sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos este año, lo que lo convierte en el tramo más transitado de la frontera suroeste.
La vicepresidenta Kamala Harris, a quien Biden encomendó abordar las causas fundamentales de la migración a Estados Unidos desde Centroamérica, visitó la frontera entre Estados Unidos y México cerca de El Paso el viernes. Muchos republicanos, incluidos Trump y Abbott, criticaron a Harris por no visitar antes.
Harris instó a los funcionarios a centrarse en soluciones prácticas en su visita a la frontera la semana pasada, diciendo:
Este problema no se puede reducir a un problema político. Estamos hablando de niños, estamos hablando de familias, estamos hablando de sufrimiento”.
Abbott dijo en un comunicado que Harris estaba ignorando las “áreas problemáticas reales” a lo largo de la frontera y dijo que “fracasaría en su misión si se niega a hablar con los residentes del sector de Del Rio cuyas casas y ranchos están siendo invadidos por pandillas y contrabandistas”.
Trump ha flirteado públicamente con la posibilidad de postularse nuevamente para presidente en 2024. Abbott también es un candidato potencial para la nominación republicana.