En el archipiélago de Tonga, en el Océano Pacífico Sur, el tsunami causado por la erupción de un volcán submarino dejó severas afectaciones, entre ellas, una gruesa columna de cenizas que aún no se ha disipado, a sólo 25 kilómetros de su capital, Nukualofa.
Las evaluaciones oficiales de daños aún no están disponibles; nuestra embajada nos informa que el tsunami ha tenido un impacto significativo en la playa Nukualofa, donde piedras y botes fueron removidos”, expuso Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda.La electricidad, teléfonos celulares e Internet dejaron de funcionar. Sólo existe comunicación satelital desde Tonga. La erupción, captada por los satélites desde el Espacio, causó un sismo de magnitud 5.8 y un tsunami en Tonga y el resto del Océano Pacífico. Este domingo, disminuyó la advertencia de tsunami. Sin embargo, el sábado, el maremoto alcanzó las costas de América. El alto oleaje provocó dos muertos en la Playa de Paracas, en Perú. A 9 mil 300 kilómetros de México, dos mexicanos residen en Tonga. Son los biólogos y buzos, Lesli Nava Flores y David Santillán González, egresados de la FES Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sus familiares buscan que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) los ayude a retornar a nuestro país. La Embajada de México en Nueva Zelanda instaló un número telefónico de emergencia para ayudar a otros paisanos que eventualmente pudieran verse afectados. Además, en Perú, dos mujeres murieron, luego de ser arrastradas por el “oleaje anómalo” en una playa de la costa del Pacífico.
En otra playa, las olas inundaron restaurantes cercanos al mar más de 10 horas señalaron las autoridades peruanas.Las víctimas fueron Heyner Quiroz, de 46 años, y Wendy Altamirano, de 23. Ambas fueron sorprendidas por las olas sucesivas que las jalaron y ahogaron en la playa de Naylamp, en la región norteña de Lambayeque, según confirmó la defensa civil.