Ucrania anunció la reanudación de las evacuaciones de civiles de la devastada ciudad de Mariúpol, mientras Rusia sigue su ofensiva en el este del país, entre temores occidentales de una posible anexión de los territorios separatistas del Donbás. Autoridades municipales de esta ciudad al sur del Donbás, casi totalmente ocupada por los rusos, anunció el lunes por la noche un acuerdo para una evacuación con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Cruz Roja. El punto de encuentro se fijó lejos de Mariúpol, en un cruce cercano a Berdiansk, a unos 70 kilómetros. Más de 100 civiles fueron evacuados el fin de semana de la planta siderúrgica de Azovstal, el último reducto ucraniano en Mariúpol, donde soldados y civiles estaban refugiados en un laberinto de túneles subterráneos. Mientras que en Zaporiyia un estacionamiento se convirtió en punto de acogida para las y los refugiados no vieron llegar ningún convoy de esa ciudad, clave en los planes rusos de unir los territorios bajo su control en el Donbás y Crimea. En la noche, el batallón Azov, que defiende la planta de Azovstal, denunció nuevos bombardeos rusos, incluso contra edificios donde hay civiles y un subcomandante del regimiento señaló que esto ralentizó a los evacuados.
“En el resto del país, el enemigo ha continuado disparando contra la ciudad de Járkov y localidades vecinas”, indicó el Estado Mayor del ejército ucraniano.Asimismo, dijo que los rusos bombardearon las posiciones ucranianas y en Donbás intentan tomar pleno control de las localidades de Popasna y Rubizhne, y avanzar hacia Limán y Sloviansk.