El viernes pasado comenzaron los referendos de anexión a Rusia en cuatro regiones de Ucrania controladas total o parcialmente por Moscú, consultas tachadas de “falsas” por los líderes del G7, que prometieron no reconocerlas nunca.
Ante esto, muchos ucranianos temen aún más sufrimiento y represión política, ya que los referéndums orquestados por el Kremlin presagian la inminente anexión de las cuatro regiones.
Muchos residentes huyeron de las regiones antes de que comenzaran los referendos, temerosos de ser obligados a votar o potencialmente ser reclutados por el ejército ruso. Otros describieron esconderse detrás de puertas cerradas, con la esperanza de evitar tener que responder a los soldados armados que iban de puerta en puerta para recolectar votos.
Petro Kobernik, quien abandonó la ciudad sureña de Kherson, controlada por Rusia, justo antes de que comenzara la votación predeterminada el viernes, dijo que la perspectiva de vivir bajo la ley rusa y la escalada de la guerra lo pusieron a él y a otros extremadamente nerviosos sobre el futuro.
En tanto, algunos funcionarios rusos llevaban papeletas a los vecindarios acompañados por policías armados.
Referendos, pretexto para la anexión
Los referendos, denunciados por Kyiv y sus aliados occidentales como amañados, se están llevando a cabo en las regiones de Luhansk y Kherson, controladas por Rusia, y en áreas ocupadas de las regiones de Donetsk y Zaporizhzhia. Son ampliamente vistos como un pretexto para la anexión y se espera que las autoridades rusas anuncien las regiones como suyas una vez que finalice la votación este martes.
El Kremlin ha usado esta táctica antes. En 2014, celebró un referendo convocado apresuradamente en la región ucraniana de Crimea para justificar la anexión de la península del Mar Negro, una medida que fue denunciada como ilegítima por la mayor parte del mundo.
Las autoridades ucranianas han dicho a los residentes de las cuatro regiones ocupadas por Rusia que se enfrentarán a un castigo penal si votan y les aconsejan que se vayan.
Pero la doctrina militar rusa prevé también la posibilidad de recurrir a ataques nucleares en caso de que territorios considerados como propios por Moscú sean atacados, lo que podría ser el caso una vez que concluyan los referendos de anexión iniciados de regiones ucranianas.
“Nunca reconoceremos esos referendos que parecen ser un paso hacia la anexión rusa y nunca reconoceremos esa supuesta anexión si llega a producirse”, declararon por su lado los líderes del G7 (integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá y Japón).
El presidente estadounidense, Joe Biden, fue más allá y advirtió que impondrá “costos económicos adicionales rápidos y severos a Rusia” si usan estos referendos “farsa” para anexar estos territorios.
Por su parte, el gobernador designado por Moscú de la región sur de Kherson, Vladimir Saldo, prometió que los intentos de Ucrania de descarrilar el referéndum bombardeando la ciudad no tendrán éxito.
“Es complicado por cuestiones de seguridad, pero se hará todo lo posible para que la votación sea segura para los votantes y los funcionarios electorales. La gente está esperando para unirse a Rusia y quiere que se haga lo más rápido posible”, comentó.
Los separatistas respaldados por Moscú en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk aseguran que la mayoría de los residentes de estos territorios han soñado con unirse a Rusia desde la anexión de Crimea por parte de Rusia.
Pero muchos residentes allí cuentan una historia diferente.
“Las calles están vacías mientras la gente se queda en casa. Nadie quiere que nos declaren parte de Rusia y empiecen a reunir a nuestros hombres”, expresó Marina Irkho, una residente de la ciudad portuaria de Berdyansk, en el Mar de Azov.
Justo una semana antes del referéndum, un subjefe de la administración de la ciudad de Berdyansk y su esposa, que encabezaba la comisión electoral de la ciudad, murieron en un ataque.
Los miembros del grupo guerrillero Yellow Band, que lleva el nombre de la bandera nacional amarilla y azul de Ucrania, han difundido panfletos que amenazan a quienes votan e instaron a los residentes a enviar fotos y videos de las personas que votan para localizarlos más tarde.
Zelenski pide al mundo que condene referendos de Rusia
El presidente ruso, Volodímir Zelenski, conminó al mundo a condenar los “pseudo-referendos” que aliados del Kremlin organizan en regiones de Ucrania con vistas a anexarlas a Rusia.
“El mundo reaccionará con total justicia a los pseudo-referendos: serán condenados inequívocamente”, afirmó Zelenski.
Sin embargo, las críticas internacionales y de Kiev no han impedido que Moscú siga adelante con los referendos.
Las votaciones en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk y en las meridionales de Jersón y Zaporiyia empezaron el viernes y se extenderán hasta el 27 de septiembre.
Avances militares de Ucrania
Los referendos recuerdan lo ocurrido en 2014 en la Península de Crimea, anexada a Rusia después de un voto considerado fraudulento por Occidente.
Una hipotética integración en Rusia de estas cuatro regiones, que los observadores dan por sentada, implicaría que Moscú, siguiendo su doctrina, podría usar sus armas atómicas para defenderlas de la contraofensiva lanzada por Ucrania en el este y el sur del país.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que protegería el territorio ruso por “todos los medios”, mientras que el expresidente y actual número dos del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvedev, señaló que esto implicaría inclusive el uso de “armas nucleares estratégicas”.
A principios de este mes, las fuerzas ucranianas recuperaron la mayor parte de la región de Járkov (noreste), una contraofensiva que ha permitido a Kiev retomar cientos de ciudades y pueblos que estuvieron bajo control ruso durante meses.
El viernes, el ejército ucraniano anunció haber liberado de manos de los rusos la localidad de Yatskivka, en Donetsk, en el este. También dijo que ha avanzado al sur de Bajmut, localidad del este que el ejército ruso intenta tomar desde hace meses sin éxito.
En Odesa, importante puerto del Mar Negro, un ataque ruso con un dron iraní mató a una persona, según las autoridades regionales.
Considerando el comportamiento de Teherán “hostil”, Kiev decidió retirar la acreditación del embajador iraní en Ucrania y reducir significativamente la presencia diplomática iraní en el país.