Los abusos de las empresas privadas que controlan la venta de electricidad en España ha llegado a tales niveles que la Comisión Europea ya volteó a ver el asunto para tomar medidas y evitar más afectaciones a los usuarios de los servicios.
Este miércoles, anunció apoyos a consumidores domésticos e industriales para amortiguar el impacto social que, además, amenaza la recuperación económica pospandemia.
Nuestra prioridad inmediata es proteger a los consumidores de Europa, especialmente a los más vulnerables. En segundo lugar, tenemos que hacer que nuestro sistema energético esté mejor preparado y sea más resistente, para no tener que enfrentarnos a una situación similar en el futuro”, Kadri Simson, comisaria de Energía de la UE.
Entre las medidas que se han pedido a gobiernos de países afectados por el incremento en los precios de los energéticos, incluida la energía eléctrica, están las siguientes:
- Pagos emergentes a los hogares más pobres y ampliación de plazos para cubrir facturas.
- Reducción o suspensión de impuestos sobre electricidad, gas y otras fuentes para hogares vulnerables.
- Apoyo directo a las personas que consumen una cantidad mínima determinada de energía.
A las industrias consumidoras se les otorgarán respaldos que no distorsionen la competencia ni alteren el mercado de comercio de carbono de la eurozona.
Pero directivos de quince grandes empresas europeas de energía, entre ellas Enel, Orsted, Vattenfall y EDP, no se han quedado cruzados de brazos y salieron a exigir que no se metan con sus intereses.
Han pedido a los gobiernos de la Unión Europea evitar intervenciones drásticas en el mercado para reducir artificialmente el alza de precios de la electricidad, como el impuesto a las ganancias extraordinarias aprobado en España.