Este 9 de septiembre, en un encuentro de urgencia, los ministros de Energía de los países de la Unión Europea (UE) discutieron la posibilidad de adoptar un tope en el precio del gas importado, en medio de un aparente consenso sobre la necesidad de medidas urgentes.
Por su parte, la Comisión Europea se comprometió a presentar un conjunto de “medidas sin precedentes” en los próximos días para enfrentar la crisis energética, que impulsó alzas históricas en las facturas de electricidad de los consumidores del bloque.
“Propondremos medidas sin precedentes en la próxima semana, para una situación también sin precedentes”, dijo la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, al final de una reunión extraordinaria de ministros europeos en Bruselas.
Josef Sikela, titular de Industria de República Checa (país que ejerce la presidencia semestral de la UE), apuntó en un comunicado que los ministros pidieron a la Comisión Europea “que presente una propuesta sólida y tangible en cuestión de días” sobre cómo avanzar en esta cuestión.
Sikela aseguró que había apoyo mayoritario a la idea de un tope al precio del gas, pero pidió tiempo para definir cómo se implementaría la iniciativa.
Sin embargo, añadió, “varios ministros nos han pedido” que se analice esa medida “para el resto del gas que está importando la UE”.
Las empresas de combustibles fósiles también tendrían que pagar una “contribución solidaria”, según el resumen de la reunión.
“Las medidas que ha recomendado la Comisión, al tomar algunos de esos excesos de ganancias y reciclarlos de nuevo en los hogares, tienen sentido”, dijo el ministro irlandés de Medio Ambiente, Eamon Ryan.
Se espera que la Comisión publique los detalles de las propuestas la próxima semana, y los ministros de energía podrían celebrar otra reunión de emergencia a finales de este mes para negociar y aprobar los planes finales, dijeron a Reuters dos diplomáticos de la UE.
Al salir de la reunión, el ministro italiano de Transición Ecológica, el físico Roberto Cingolani, destacó que había una “fuerte mayoría” en favor de adoptar un tope generalizado en el precio del gas importando a Europa.
De acuerdo con Cingolani, 15 países expresaron esa posición en la reunión a puertas cerradas, con tres que preferirían limitarlo apenas al gas ruso, aunque no ofreció detalles.
En Berlín, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, apuntó que había “propuestas muy diferentes”, y añadió que “es necesario tener en cuenta la situación” de cada país miembro ya que “son muy diferentes” de uno a otro.
La idea de un tope al precio del gas ruso motivó una fuerte reacción de Moscú, que advirtió que en caso de que esa idea prospere Rusia adoptará una suspensión total del suministro.
“No entregaremos nada en absoluto si es contrario a nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón (…) Nada”, dijo el presidente Vladimir Putin.
Ante esta situación, una de las alternativas en discusión es que los países de la UE negocien en forma conjunta con los principales proveedores de gas, como Noruega, Argelia o Estados Unidos, para obtener mejores condiciones.
Los países de la UE “piden nuevas ideas sobre cómo limitar el precio del gas”, dijo la ministra francesa de transición energética, Agnes Pannier-Runacher.
La Comisión también impulsa una reducción en el consumo energético, y la adopción de límites en los beneficios de las empresas productoras de electricidad con bajo costo, como las basadas en tecnología nuclear o energías renovables.