
En un acto de unidad, más de 150 universidades alertaron que la educación superior corre peligro en Estados Unidos debido a las políticas del presidente Donald Trump.
En un pronunciamiento publicado este martes, señalan que, si bien las universidades no se oponen a una reforma constructiva o a la supervisión gubernamental legítima, sí están en contra del uso coercitivo de los fondos públicos para la investigación.
“Debemos oponernos a la intromisión indebida del gobierno en la vida de quienes estudian, viven y trabajan en nuestros campus. Siempre buscaremos prácticas financieras eficaces y justas, pero debemos rechazar el uso coercitivo de los fondos públicos para la investigación”, señala el documento.
Las universidades estadounidenses afirmaron que toman decisiones con base en el compromiso de servir como centros de investigación y de intercambio de ideas y opiniones, sin miedo a sufrir represalias, censura o deportación.

Se trata de una respuesta a la decisión presidencial de recortar los fondos destinados para Harvard, la principal universidad estadounidense, por supuestamente promover intereses contrarios a los del país.
El gobierno de Donald Trump afirmó que en Harvard y otras universidades se promueve el antisemitismo, al permitir la manifestación de estudiantes de origen palestino, que afirman que lo que ocurre en Gaza constituye un genocidio.
Debido a esto, la administración federal ordenó la detención de estudiantes activistas pro palestina, lo que ha desatado movilizaciones en diversas ciudades exigiendo su liberación.
La respuesta de Harvard fue demandar al gobierno estadounidense por el recorte de fondos, la eliminación de la exención del pago de impuestos y la exigencia de entregar al gobierno datos sensibles de los alumnos que hacen activismo en los campus.
Harvard denunció que estas decisiones serán de un largo alcance y perjuicio para alumnos, profesores y trabajadores, pero también para pacientes de la universidad, como niños y niñas con cáncer, personas con autismo, entre otros.