La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) advirtió de las deficiencias que amenazan la vida de las víctimas de trata y de otras personas vulnerables que necesitan protección, a lo largo de diferentes rutas dentro del Sahel y África Oriental.
Se estima que miles de personas que huyen de la persecución, los conflictos armados, la violencia y la pobreza son objeto de terribles abusos cada año mientras viajan por el Sahel y África Oriental hacia el norte del continente. Quienes logran sobrevivir hablan de abusos sexuales y violaciones, de secuestros para pedir rescate, de que se les deja morir en el desierto, y de que se les somete a torturas físicas y psicológicas.
Con el apoyo de donantes, ACNUR y organizaciones socias han intensificado sus esfuerzos para identificar a las personas necesitadas y ayudarlas a acceder a los procedimientos de asilo y otros mecanismos de seguridad. Sin embargo, un nuevo informe de ACNUR muestra que los servicios fundamentales para proteger a las personas vulnerables que se desplazan siguen siendo lamentablemente escasos.
El apoyo legal es casi inexistente, mientras que en la mayoría de los países hay una grave escasez de opciones de alojamiento seguro, servicios médicos, apoyo psicosocial y salud mental. En suma, las víctimas de trata no tienen a quién recurrir para obtener ayuda básica -y mucho menos especializada- en estas rutas.
Cuando no existen estos servicios, un viaje intrínsecamente peligroso en busca de seguridad u oportunidades puede convertirse en una lucha infernal por la mera supervivencia”, comentó Vincent Cochetel, Enviado Especial de ACNUR para la Situación en el Mediterráneo Occidental y Central.
Debemos hacer más, de manera colectiva, para poner fin a estos abusos y aumentar los servicios a lo largo de estas rutas para las personas que necesitan acceso a la protección”, añadió.
Algunas de las zonas geográficas en las que los servicios de protección son especialmente limitados y en las que hay pocos agentes humanitarios, son las remotas regiones fronterizas de Malí, Níger y Sudán a lo largo del borde del desierto del Sahara.
Se requiere urgentemente que la financiación sea más sólida y a largo plazo para prestar servicios de protección, salvar vidas y aliviar el sufrimiento de las personas supervivientes”, resaltó Cochetel.
ACNUR pidió que se realicen esfuerzos más sostenidos para abordar las causas profundas de los desplazamientos forzados. Además, solicitó que se amplíen las vías seguras y legales para las personas refugiadas, que son fundamentales para ofrecer alternativas viables al tráfico y la trata de personas.