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Voces de la deportación y la lucha por la integración en México

FOTO: AFP.

Jasmine es una niña que vive con el desasosiego de que sus padres, ambos mexicanos que radican en Estados Unidos, serán deportados. Una historia parecida es la de José Eduardo Aguilar “El Deportee” un joven detenido y devuelto por su activismo en defensa de los derechos de las personas migrantes; Evelyn y Elizabeth son hermanas de origen mexicano, separadas por la falta de oportunidades para las personas migrantes en Estados Unidos.

Estas son las historias que se cuentan en el documental animado Home is Somewhere Else (2022), bajo la dirección de Carlos Hagerman y Jorge Villalobos. El eje narrativo del documental es la deportación y las experiencias de mexicanos y mexicanas que viven en la zozobra de ser devueltos en contra de su voluntad desde Estados Unidos a México.

Y es que esta figura de movilidad queda invisibilizada cuando se habla de migración, como si la experiencia migratoria culminara una vez que se llega al país de acogida o destino, pero en realidad es uno de los retos en cuestión de política migratoria, dado que las personas devueltas se enfrentan a vivir en una especie de limbo, tanto en los países de expulsión y de destino, comparte la activista pocha y fundadora de Otros Dreamers en Acción (ODA), Leni Álvarez, en entrevista con Once Noticias.

No es repatriación, no es retorno, es deportación forzada

Las historias que se cuentan en el documental animado, que fue estrenado en mayo de este año y que ha circulado en diversos festivales, salas de cine y universidades, logran capturar el miedo y la zozobra en la que viven las personas en condición irregular en Estados Unidos. La película propone una reflexión profunda y documentada a través de historias reales, pero también imbuida de la ternura y el humor que permite la animación.

En entrevista con Once Noticias, Jorge Villalobos cuenta que la idea de hacer este documental surgió de la experiencia de ver, cuando vivía en Miami, hace cinco años aproximadamente, le tocó ver de cerca la llegada de Donald Trump y con ello la imposición de una narrativa agresiva sobre las personas en condición irregular.

“En ese tiempo tiempo era muy violenta e incendiaria y vi de cerca historias de niños que vivían con el miedo de llegar a su casa y que no estuvieran sus papás. Entonces viviendo allá era fácil acercarme a estas familias. Así conocí a la familia de Jasmine”, compartió a este medio.

José Eduardo “El Deportee” es el narrador de la película, pero también cuenta su historia. Este joven fue deportado a México luego de haber crecido y vivido en Estados Unidos. El motivo fue porque durante la universidad comenzó a organizarse para defender los derechos humanos de las personas migrantes.

“La historia de Lalo, por eso era poderosa, porque vivió este trauma al ser despojado el lugar en donde creció. […] Fue una voz fundamental y le da cohesión a toda la película. No son historias aisladas, sino que suceden en la vida de muchas personas”, detalló Villalobos a Once Noticias.

Esta experiencia también es compartida por Leni, quien fue deportada a México hace 10 años. Ella creció en Estados Unidos. Llegó con su mamá cuando sólo tenía dos años y con su hermana de ocho meses. Cruzaron el Río Bravo, para reunirse con su padre que había migrado antes que ellas.

Leni Álvarez no sabía que vivía en condición irregular hasta los 16 años cuando fue devuelta a México. Llegó a Veracruz durante el contexto de la Guerra contra el Narco. Tenía mucho miedo, recuerda, porque si en Estados Unidos había miedo por la migra, en México se cuestionaba como iba a integrarse a un país feminicida.

“Pensaba que iba a morir. Hemos tenido que cuestionar la integración, ¿cómo nos vamos a integrar a un país feminicida? Creo que estas experiencias nos llevan a cuestionar los cambios y los discursos de las instituciones sobre lo que debe ser la migración. Nuestro grito es ¿Dónde está las pochas? We are here!”, asevera triunfante al medio

Leni se reconoce como “pocha”, se ha reapropiado de un término despectivo, utilizado para referirse a los mexicanos que tienen dificultad para hablar español dado que su lengua materna es el inglés. Cuando regresó a nuestro país, el idioma fue uno de los primeros obstáculos a los que se enfrentó, porque, aunque sus padres eran mexicanos, ella creció con el inglés.

La fundadora y codirectora de ODA cuenta a Once Noticias que la deportación es un término ampliamente documentado en la academia, sin embargo, tiene dificultades para ser reconocido como forzado lo que genera un impacto en las comunidades, porque “nuestra comunidad sigue sintiéndose en las sombras en México”, expuso.

Y es que la activista asegura que la deportación forzada tiene que ver con las consecuencias negativas de las fronteras y de una política migratoria fallida, que criminaliza, no sólo en EUA sino también en México, por todos los obstáculos a los que deben enfrentarse las personas que se ven obligadas a volver. Agregó que los dreamers, por ejemplo, es una comunidad invisibilizada y que es objeto de persecución en EUA.

Sin embargo, considera que el cine es un espacio para contar las historias como la de Jasmine, Evelyn, Lalo y Elizabeth, que también es parecida a su historia.

“Posicionar las narrativas, sanar y más allá de datos poner caras a estas historias. El cine puede ayudar a entender a las personas retornadas”, aseguró en un diálogo previo a la proyección de la película.

La activista contó que en México han impulsado una iniciativa que ya se encuentra en  el Senado para eliminación la apostilla y facilitar el acceso a la identidad de infancias binacionales.

Tal como informó Once Noticias este año Tlaxcala se convirtió en la primera entidad en eliminar ese obstáculo burocrático, para la inscripción de la nacionalidad mexicana de las infancias binacionales.

Su organización y otros grupos activistas conformados por dreamers y personas retornadas forzadamente esperan que se apruebe dicha iniciativa, lo que sería un obstáculo menos a vencer para la inserción al país de origen.

Algunos datos de mexicanos deportados desde Estados Unidos

La deportación de mexicanos no es de reciente historia, aunque las cifras comenzaron a aumentar desde el año 2001, cuando las políticas migratorias comenzaron a endurecerse. Posteriormente, Barack Obama batió récord con la deportación de mexicanos. En sus primeros siete años, el demócrata deportó casi a 3 millones de personas.

Las grandes deportaciones de mexicanos se rastrean desde principios del siglo XX. Los expertos aseguran que ha habido grandes períodos marcados por la deportación de connacionales, por ejemplo, cuando finalizó el Programa Bracero, en los sesenta.

Sin embargo, tampoco es un fenómeno que se ha detenido y que además tiene que ver con el aumento de los flujos migratorios hacia Estados Unidos. Once Noticias documentó hace un par de años que uno de las caravanas que se vieron obligadas a quedarse en la Garita El Chaparral, tras el endurecimiento de las políticas migratorias de Trump, la mayoría de las personas que buscaban asilo en Estados Unidos eran mexicanas que huían de situaciones de violencia en Michoacán y Guerrero.

Este año, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de Segob, de enero a septiembre de 2023, se registraron 172 mil 500 deportaciones de mexicanas y mexicanos desde Estados Unidos. De esa cifra 19 mil 506 fueron niños, niñas y adolescentes.

Hasta el año pasado, de acuerdo con datos de la EMIF Norte del Colegio de la Frontera Norte, los principales estados de deportación fueron California, Arizona y Texas.

26.1% de las personas mexicanas deportadas tenían más de 20 años viviendo en Estados Unidos. 24.2% tenían de cinco a menos de 10 años y 20% tenían de 10 a 20 años viviendo en el país vecino. Según estos mismos datos, 82.4% fueron hombres deportados y 17.6% fueron mujeres.

La mayoría de mujeres devueltas son hijas (45.7%) y jefas de familia (28.1%) y sus principales estados de nacimiento son Chiapas, Guerrero, Puebla, Estado de México y Michoacán.

Un dato relevante es que, de enero a septiembre, según la UPM, 151 mil 886 personas mexicanas que fueron deportadas aceptaron apoyos de programas federales, como parte de la estrategia que ha impulsado el Gobierno Federal para atender la migración desde sus causas estructurales.

Mientras tanto, los mexicanos se posicionan como el mayor grupo de origen hispano en Estados Unidos, según datos del último censo 2020 de Estados Unidos, 35.9 millones de personas son mexicanas. De acuerdo con INEGI, 13. 5 millones de mexicanos son primera generación nacida en Estados Unidos y 12 millones son de segunda y sucesivas generaciones en el país vecino.

El documental de Hagerman y Villalobos fue el que inauguró el sexto Festival Internacional de Cine sobre Migración en México, organizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM-ONU Migración). Este Festival se presentará del 7 al 24 de noviembre en 14 ciudades del país.

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