Internacional

Vuelven combates al norte de Etiopía luego de una tregua de 5 meses 

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar "profundamente entristecido" por el regreso a la violencia. 

El norte de Etiopía volvió a ser escenario de combates entre las fuerzas federales y los rebeldes de Tigré este miércoles, rompiendo con la tregua pactada por ambas partes hace cinco meses. 

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar “profundamente chocado y entristecido” por la vuelta a la violencia y llamó firmemente a un cese inmediato de las hostilidades y la reanudación de las conversaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes. 

La Unión Africana, que tiene su sede en Adís Abeba y se esfuerza desde hace meses por llevar a los beligerantes a la mesa de negociaciones, llamó a una “desescalada” y reafirmó su compromiso para trabajar con las partes para llevar a cabo un proceso político de consenso en interés del país. 

Estados Unidos, por su parte, urgió a ambos bandos a redoblar sus esfuerzos para avanzar en las conversaciones que consigan un alto el fuego duradero, afirmó un portavoz del Departamento de Estado estadounidense. 

Las autoridades rebeldes de Tigré acusaron en un primer momento al ejército federal etíope de haber lanzado una “ofensiva a gran escala” contra sus posiciones. Más tarde, el gobierno etíope las acusó de haber roto la tregua. 

“Las fuerzas federales etíopes lanzaron una ofensiva este miércoles por la mañana, temprano, nosotros defendemos nuestras posiciones”, declaró un portavoz de las autoridades rebeldes de Tigré, Getachew Reda. 

Por su parte el gobierno respondió en un comunicado: “sin tener en cuenta las numerosas ofertas de paz presentadas por el gobierno etíope, las fuerzas del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF) lanzaron un ataque hoy a las 05:00 (02:00 GMT) en una zona situada al sur de Tigré y rompieron la tregua”. 

Más tarde, el ejército etíope anunció haber derribado un avión que llevaba armas para el TPLF. 

Zonas fronterizas  

Tigré y las zonas que colindan con las regiones vecinas de Amhara y de Afar están aisladas en gran medida del resto del país, por lo que no fue posible verificar las afirmaciones de ambas partes de forma independiente, ni tampoco comprobar cuál era la situación sobre el terreno. 

Se trata de los primeros combates de importancia registrados desde que ambos bandos acordaran una tregua a finales de marzo. 

Tanto el gobierno como los rebeldes informaron de combates en torno al extremo sureste de Tigré, fronterizo con Amhara por el oeste y con Afar por el este. 

“La ofensiva en ese frente busca ocupar el sur de Tigré”, acusaron los rebeldes de Tigré en un comunicado. 

La milicia amhara Fano -que apoya a las fuerzas federales- afirmó que los combates están teniendo lugar en las zonas de Mehagoy de Jemed, en la región Amhara, pero que de momento no se están produciendo enfrentamientos en la región de Tigré. Sin embargo, esta información no pudo ser verificada de forma independiente. 

Y la APDA, una ONG activa en Afar, afirmó que se registraron combates en una zona fronteriza de Afar con el sureste de Tigré. 

“Las fuerzas federales están presentes en la zona de Yallo y repelen a los rebeldes de Tigré fuera de Afar”, indicó la ONG. 

En los últimos días, el gobierno federal y los rebeldes se habían acusado mutuamente de estar planeando retomar los enfrentamientos, a pesar de que ambas partes se habían pronunciado a favor de negociar.  

El conflicto en Tigré estalló en noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, envió allí al ejército para expulsar al gobierno regional, que rebatía su autoridad desde hacía varios meses y que, según el Ejecutivo central, había atacado bases militares en la región. 

El ejército federal etíope obtuvo el apoyo de fuerzas regionales, de milicias amhara y de un cuerpo expedicionario de la vecina Eritrea, tropas que siguen presentes en el oeste de Tigré.  

Los combates han dejado miles de muertos y han provocado el desplazamiento de más de dos millones de personas de sus hogares, alimentado la hambruna y dando lugar a una ola de atrocidades. 

Etiopía se enfrentaba a importantes retos económicos, étnicos y políticos mucho antes de que una disputa entre Abiy y el antiguo partido gobernante de la región, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), desembocara en disturbios. 

Pero ahora, con la escalada de hostilidades en otras zonas de Etiopía, crece el temor de que los enfrentamientos en Tigray puedan desencadenar una crisis más amplia con el potencial de desintegrar el segundo país más poblado de África. 

 

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