Xi Jinping y Vladimir Putin abogaron el sábado en la cumbre del G20 por el reconocimiento mutuo de las diferentes vacunas disponibles contra el coronavirus, en particular entre los países miembros del grupo de los 20 principales países industrializados, entre los que se encuentran China y Rusia.
Los presidentes chino y ruso son los dos grandes ausentes de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20, celebrada este fin de semana en Roma. Sus discursos se transmitieron por videoconferencia.
“A pesar de las decisiones del G20, no todos los países que lo necesitan tienen acceso a las vacunas” anticovid-19, señaló Vladimir Putin, cuya declaración fue transmitida por la televisión pública rusa.
“Esto se debe, entre otras cosas, a la competencia desleal, al proteccionismo” y al hecho de que “algunos Estados, en particular los del G-20, no están dispuestos a reconocer mutuamente las vacunas y los certificados de vacunación”, lamentó.
En su opinión, Rusia “fue el primer país del mundo en registrar una vacuna contra el covid-19, la Sputnik V”, que ya fue aprobada en 70 países, y “demostró un alto nivel de seguridad y eficacia”.
Desde Pekín, el presidente Xi también pidió “el reconocimiento mutuo de las vacunas”, según sus declaraciones recogidas por la televisión estatal CCTV.
Las vacunas chinas Sinopharm y Sinovac se utilizan en decenas de países y territorios, entre ellos varios países de América Latina, África y Asia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó con carácter urgente a principios de junio la Sinopharm, pero ni Estados Unidos ni la Agencia Europea de Medicamentos homologaron las vacunas chinas ni la rusa.
Por su parte, Rusia y China no reconocen ninguna vacuna extranjera.