La joya de la gimnasia olímpica de Estados Unidos, Simone Biles, condujo a su país a lograr su primera medalla en la justa veraniega, al reconquistar el oro por equipos en esta disciplina.
Simone Biles volvió a subir al podio en unos juegos por primera vez desde Río 2016 y se colgó así el quinto oro olímpico de su carrera.
La medalla de plata fue para el equipo italiano y el bronce para Brasil, que logra de esta manera el primer podio olímpico por equipos en su historia en esta competencia.
Con este oro, que Estados Unidos había perdido hace tres años a manos de las rusas, ausentes en París 2024, Biles da el primer paso para reconquistar el imperio olímpico que construyó en Río de Janeiro 2016, cuando el mundo descubrió lo que los gimnastas ya sabían desde hacía tiempo, que aquella deportista menuda y sonriente no era como los demás.
Tokio 2020 quedó en el olvido
Aquella desconcertante final de la justa olímpica de 2020 en Tokio, en que el planeta observó lo que parecía impensable, la poderosa Simone Biles, la mejor gimnasta de la historia, también fallaba.
A pesar de que, según ella contó después, los venía sintiendo desde hacía un tiempo, aquel día los “twisties”, un fenómeno que provoca que los atletas pierdan el sentido de la orientación cuando están en el aire, se hicieron insostenibles para Biles, que acabaría perdiéndose la mayoría de pruebas de aquellos Juegos atípicos, celebrados en 2021 a causa de la pandemia.
Aunque después de Tokio pensó que no volvería a competir, tras dos años dedicada a sí misma, Biles recobró la ilusión y quiso regresar al deporte de su vida, pero, en sus propios términos.
Bronce histórico para Brasil
Simone Biles, ganadora de seis títulos mundiales en esta disciplina y del oro olímpico en Río de Janeiro 2016, lideró también la clasificación el domingo, por delante de la brasileña Rebeca Andrade, que la escoltó en todos los aparatos y también fue el pilar sobre el que se apoyó su equipo para subir al podio este martes.
Primera mujer gimnasta brasileña en conseguir una medalla olímpica en Tokio, donde subió dos veces al podio, la paulista de 25 años, vigente campeona olímpica de salto, lideró la remontada de su equipo, que fue de menos a más.
Subcampeonas en el pasado mundial, las auriverdes acumularon algunos fallos que les llevaron al sexto puesto antes de la última rotación. Pero su potente actuación en el salto, con una Andrade soberbia, les llevaron a arrebatarle el bronce en el último momento a las británicas.
Y con ello Brasil subió al podio por primera ve en su historia en esta disciplina.