La memoria sigue intacta a 53 años del crimen de Estado, conocido como “El Halconazo” o “La masacre del Jueves de Corpus”.
Fue en la tarde del 10 de junio de 1971, el jueves de Corpus, que estudiantes de la UNAM y el IPN, principalmente, salieron a manifestarse para apoyar y solidarizarse con los estudiantes de la Universidad de Nuevo León, quienes repudiaban una Ley Orgánica y la imposición de un rector militar en la UANL; los estudiantes sostenían una huelga y defendían su autonomía.
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— SPR Informa (@SPRInforma) June 11, 2024
Un jueves de Corpus Christi, el 10 de junio de 1971, estudiantes de la UNAM y del IPN tomaron las calles de la #CDMX. A la marcha se infiltró el grupo de choque conocido como “Los Halcones”, haciendo que la protesta terminara en tragedia. pic.twitter.com/FE6iO5oCHr
Esa movilización fue la primera masiva luego de la matanza de Tlatelolco, perpetrada el 2 de octubre de 1968.
Los estudiantes se dieron cita en el Casco de Santo Tomás para avanzar hacia el Zócalo, sin embargo, a la altura de la avenida México-Tacuba, en la esquina con la Escuela Normal, la movilización fue atacada por “Los Halcones”, un grupo paramilitar conformado por jóvenes originarios de las zonas más pobres, y que fueron adiestrados bajos los preceptos de la doctrina contrainsurgente de Estados Unidos.
El comando de este grupo, que se distinguía por vestir de civiles, lo tenía el Ejército en coordinación con las fuerzas policiacas y granaderos.
Fue un grupo de choque que nació el 2 de octubre y que siguió operando por parte del Estado, apoyado por Estados Unidos y la CIA, para contrarrestar los movimientos sociales. A Miguel Nassar Haro, extitular de la antigua Dirección Federal de Seguridad (DFS), se le atribuye la creación de este grupo.
“Los Halcones” atacaron brutalmente a los manifestantes, hubo detenciones extrajudiciales y desaparecieron a un número indeterminado de personas. Aunque las cifras oficiales aseguran que fueron más de 200 personas las asesinadas, lo cierto es que se desconoce la cifra exacta, porque este grupo de choque incluso persiguió a jóvenes hasta el Hospital Rubén Leñero.
Por este caso, los responsables no enfrentaron la justicia, incluso, el expresidente Luis Echeverría negó estos hechos y sólo destituyó a secretarios.
Pero fue gracias al trabajo de periodistas que lograron resguardar el material y que las imágenes salieron a la luz. En sus imágenes se observan a “Los Halcones” con palos y armas persiguiendo a estudiantes.
“El Halconazo”, el caso sin castigo
El caso del 10 de junio, jurídicamente no ha concluido ni está cerrado. En 2002 se abrió una averiguación previa ordenada por la SCJN en contra de Luis Echeverría y exfuncionarios de Gustavo Díaz Ordaz por el delito de genocidio. Esta batalla ha sido dada por el Comité 68.
Posteriormente, la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) integró una averiguación previa (PGR/FEMOSPP/0011/2002) y en junio de 2006, solicitó la orden de aprehensión en contra de Luis Echeverría. Sin embargo, el expresidente murió en impunidad dado que le fue otorgada la prisión domiciliaria.
Actualmente, el caso se encuentra en litigio internacional ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y de acuerdo con el Comité 68, la demanda histórica es la misma que hace más de 53 años: castigo a los responsables, verdad y justicia.