El embarazo adolescente e infantil impacta en los proyectos de vida de niñas y adolescentes, principalmente indígenas y afrodescendientes. Hasta 2020, se registraron 373 mil 661 nacimientos de madres adolescentes, de los cuales 8 mil 876 son hijos e hijas de niñas, entre 12 y 14 años de edad.
Además, los embarazos de niñas, entre 10 y 14 años, son productos de violaciones sexuales por parte de familiares o conocidos.
Esto ha repercutido también en las defunciones maternas, de mujeres entre 15 y 17 años, que ocupa el sexto lugar como principal motivo de muerte. Los grupos de edad con mayor Razón de Mortalidad Materna (RMM) en el país es el de 10 a 14 años.
Ante tales cifras y en previo al Día Nacional para la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes, que se conmemora el 26 de septiembre, se lanzó la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) 2021 dirigido, por primera vez, a niñas y adolescentes indígenas y afrodescendientes.
Su meta principal es impactar en la reducción de 50% de la tasa de fecundidad de niñas y adolescentes en el país en un período de 10 años, además de “sensibilizar a las familias rurales e indígenas sobre la importancia de retrasar el matrimonio y la maternidad”, señaló Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Según datos de Conapo, la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente (TEFA) es de 70.6 hijos o hijas por cada mil adolescentes. Se considera un problema que impacta y afecta de forma negativa en los proyectos de vida de quienes lo experimentan, además de que limita la posibilidad de movilidad social de adolescentes y niñas.
La pobreza y la desigualdad son indicadores que se ligan a los efectos de este fenómeno, tal como relató Conapo, ya que aumenta la probabilidad de que permanezcan las condiciones de pobreza y exclusión, así como el aumento del abandono escolar y discontinuidad educativa.
La ENAPEA se presentó bajo dos ejes: ¡Yo Decido! y ¡Yo Exijo Respeto! En la primera se busca promover los derechos sexuales y reproductivos. Está dirigida a la población de entre 15 y 19 años y busca generar un cambio cultural que promueva el buen trato y la participación comunitaria.
En ella se busca fomentar la prevención de adicciones, la autonomía y las masculinidades positivas. Además, la Conapo hizo hincapié que apoyan la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) como una medida que impida que una mujer vaya a la cárcel, celebró ante ello la decisión de la SCJN, porque están a favor de la maternidad voluntaria y deseada.
El segundo eje se dirige a las niñas, por lo que se promueve la denuncia de la violencia sexual. Se exige el respeto y la protección de las niñas bajo el slogan de “Escucha, protege y denuncia”. Ante ello, Gabriela Rodríguez expuso que de 8 mil 876 embarazos de niñas menores de 14 años, 9.4% son víctimas de violencia sexual y los agresores principales son familiares o amigos cercanos.
Además de la violencia sexual son sometidas a matrimonios forzados.
Es una práctica histórica en México. 20.8% del total de mujeres mexicanas se casa antes de los 18 años. Aunque ha descendido, casarse antes de los 20 años, no es un tema de crecimiento demográfico, es un tema de una barrera para el crecimiento y la movilidad social de niñas y adolescentes”, enfatizó la Conapo.
Los principales estados que lideran estas cifras son: Chiapas, Tabasco, Guerrero y Coahuila, en cuyas entidades se concentran mayoritariamente poblaciones indígenas y afrodescendientes.
Por su parte, Patricia Uribe Zúñiga, secretaria ejecutiva de Inmujeres, aplaudió esta estrategia que busca dar atención a las causas estructurales y señaló que la meta principal es que las juventudes e infancias conozcan sus derechos y que tengan garantía de vivir plenamente sus vidas.
Yessica Vega Ortega de la Red de Jóvenes indígenas de América Latina y el Caribe, relató que hablar de salud sexual y reproductiva es hablar de temas intersectoriales, interseccionales e interculturales. Dijo que se necesitan iniciativas combinadas que busquen trabajar por la salud holística bajo una perspectiva cultural y con enfoque de derechos humanos.
La difusión de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes será a través de radios comunitarias, medios digitales, televisoras y atención telefónica.