La apuesta por declarar la guerra al narco está desterrada; hoy el Gobierno de México demostró que el camino es atender de raíz las causas que generan violencia.
“El tiempo nos dio la razón, se puede llevar a cabo la transformación de manera pacífica; a favor de un cambio de una transformación”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esa es la convicción que llevó a Andrés Manuel López Obrador a donde nunca pudo o quiso llegar otro presidente: la región donde colindan Sinaloa, Chihuahua y Durango, “El Triángulo Dorado”, conocido así por su alta producción de marihuana y amapola.
Y para desestigmatizarlo, el mandatario pidió cambiarle de nombre:
“No me gusta, me molesta que le llamen el Triángulo Dorado. Y ojalá entre todos busquemos la forma de llamarle el Triángulo de la Gente Buena, de la Gente Trabajadora, o la región de la buena vecindad, o algo así, pero ya hay que cambiar eso”.
“En esta región, de lo que se conoce como el Triángulo Dorado, que lo componen 10 municipios; participan en el programa Sembrando Vida 13 mil sembradores y sembradoras, se han cultivado 30 millones de plantas y se trabaja en 32 mil hectáreas”, dijo por su parte Ariadna Montiel Reyes, secretaria de Bienestar.
Es la segunda visita que López Obrador hace a esa región como presidente de México.
Desde Guadalupe y Calvo, Chihuahua, anunció que incrementará, sin tope, el número de beneficiarios de Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro y becas para estudiantes. El objetivo: arrebatarle los jóvenes al narcotráfico, para que no tengan que optar por actividades ilícitas y de violencia.
“Si les garantizamos el derecho al estudio y el derecho al trabajo, los vamos a ir alejando de la tentación, de tomar el camino de las conductas antisociales”, sostuvo el presidente.
Y añadió: “la Cheyene apá, al carajo con eso… entonces los principios, los valores culturales, espirituales, los jóvenes deben de seguir siendo atendidos como se merecen; es el Sembrado Vida, son los jóvenes, son los caminos que como aquí se ha dicho, permiten que lleguen los servicios, la educación”.
Recordó que Guadalupe y Calvo es representativo en su lucha política, porque fue donde inició el recorrido por todo el país tras el fraude electoral del 2006 y el daño de la “guerra sucia”.
Ahí supervisó los avances de la carretera Badiraguato-Parral y el eje interestatal Durango-Culiacán. Una inversión de más de 2 mil 500 millones de pesos.
Los gobernadores de Chihuahua y Sinaloa refrendaron su respaldo al presidente para transformar la región que los une. El gobernador de Durango no asistió, por la veda electoral derivada de los próximos comicios del cinco de junio.
Está dicho: la región que abarca los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, quiere desterrar para siempre su añeja y arraigada actividad: la siembra de amapola y marihuana. Para lograrlo buscan el apoyo del presidente López Obrador.
“Aquí la zona siempre se ha manifestado por la siembra de amapola, marihuana. Aquí estamos en el famoso Triángulo Dorado y ya estamos dando un giro total. Desde el año pasado, antepasado, empezamos a sembrar aguacate. Entonces ya queremos darle un giro total para que nos den ese tipo de apoyos, que nos den permisos para poder perforar pozos para sacar agua porque ahorita en estos tiempos el aguacate requiere mucha agua y el limón”, dijo Julio César Chavez Ponce, presidente municipal de Guadalupe y Calvo, Chihuahua
Llegar a esta región de la sierra era prácticamente imposible años atrás…
Desde hace casi 4 años, cuando el primer presidente de izquierda llegó a gobernar el país, el panorama cambió. Hace dos años les prometió caminos para conectar la inhóspita región y cumplió; la anhelada carretera Badiraguato a Guadalupe y Calvo, que conecta las sierras de Sinaloa, Durango y Chihuahua, ya es una realidad.