El plan “B” de la reforma electoral -aprobado por el Congreso la semana pasada- no es inconstitucional, defendió el presidente Andrés Manuel López Obrador y celebró que el bloque opositor y el Instituto Nacional Electoral (INE) no se hayan salido con la suya.
Anticipó que en el próximo periodo ordinario de sesiones, el Congreso eliminará la llamada “cláusula de vida eterna”, con la que se podría transferir votos de un partido a otro para evitar que aquellos que no tengan 3% de la lista nominal pierdan el registro.
“Queda pendiente en febrero quitar eso y ya están de acuerdo los legisladores”, sostuvo el mandatario.
Confirmó que este martes 20 de diciembre recibirá en Palacio Nacional a los legisladores que respaldaron el plan “B”, lista en la que, por cierto, no está convocado el líder de Morena en la Cámara Alta, Ricardo Monreal, porque votó en contra.
“La invitación es un agradecimiento a los que votaron a favor porque lo otro, ya lo hemos dicho, es la antidemocracia, es avalar un instituto podrido”, añadió López Obrador.
El rechazo al plan “B” por parte de Monreal no significa, dijo el presidente, que tenga que dejar la coordinación de la bancada mayoritaria en el Senado.
“A mí sí me gustaría que él siguiera como coordinador de Morena en el Senado, si nuestros adversarios van hacer un escándalo”, puntualizó.
Senado aprueba en lo general el plan B de reforma electoral
Con 69 votos a favor, 53 en contra y sin abstenciones, la semana pasada el Pleno del Senado de la República aprobó en lo general el plan “B” de la reforma electoral impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, votó en contra, tal como anunció en su participación en la tribuna hizo efectivo su voto.
Al inicio de la sesión, la oposición intentó que los dictámenes fueran retirados del orden del día por violaciones al procedimiento legislativo en la Cámara de Diputados.
Plan “B” de reforma electoral
En el dictamen se destaca que con la creación del Sistema Nacional Electoral, los cambios en la estructura de los órganos electorales centrales, locales y distritales del Instituto Nacional Electoral y con la reducción de tiempos en diversas funciones de los procesos electorales, se espera generar un ahorro significativo, que coadyuvará en otros programas sociales en favor de la ciudadanía y sin detrimento de la democracia participativa.
La reforma electoral, se agrega, busca hacer más eficiente, austera y expedita la justicia electoral, con la inclusión del juicio en línea, la reducción de siete a cuatro de los medios de impugnación y con la creación de la Sección Resolutora de la Sala Superior.
Además, plantea otorgar mayor certeza jurídica respecto a las tareas de fiscalización y las sanciones de las autoridades electorales sobre los partidos políticos, con el respeto, en todo momento, de su derecho a la autoorganización y autodeterminación.
“Se dota de un sistema nacional electoral apegado a los principios y valores democráticos, como la honestidad, la honradez, la equidad, la objetividad e imparcialidad, así como a los principios de austeridad, eficacia y eficiencia presupuestarias”, se destaca en el documento.
