En la comunidad indígena tepehuana Santa María Ocotán del Mezquital, Durango, por más de cinco décadas han sido invisibilizados.
La primera visita de un presidente de México a esta comunidad, sirvió para que los pueblos originarios de O´dam le presentaran un plan de justicia, para resarcir los años que han sido marginados social y económicamente.
Representantes de doce pueblos demandaron ante el presidente Andrés Manuel López Obrador mayor seguridad, la construcción de cuarteles de la Guardia Nacional, un hospital, viviendas dignas, carreteras, agua potable y sistema de drenaje, así como mejorar la red eléctrica.
“Vamos a darle respuesta a estas peticiones, a lo que ustedes han expresado aquí los problemas agrarios, lo de la electrificación de los pueblos, los caminos todo”, aseguró el mandatario.
También le pidieron la creación del municipio de O’dam, el número 40 de Durango, para así contar con presupuesto propio.
“Vamos a apoyar para que se pueda constituir el municipio 40 de Durango, hago ese compromiso”, sostuvo López Obrador.
Las peticiones no acababan, así que el presidente optó por llevárselas bajo el brazo y prometió regresar en febrero para supervisar que se cumplan.
Más tarde, en Nayarit, al encabezar el Plan de Justicia para el pueblo O’dam en el municipio de Huajicori, les anunció la llegada del programa de pavimentación de caminos artesanales:
“Es uso intensivo de mano de obra, se logra el propósito de hacerse el camino y se da mucho trabajo y el presupuesto queda en la misma comunidad, en la misma región”.
Ahí el primer mandatario escuchó demandas de la población indígena de la región, como la construcción de una universidad agroforestal, y acceso a energía eléctrica e Internet gratuito.
“Vamos a pedirle al licenciado Bartlett que resuelva el problema de la electricidad y del teléfono, lo que es el internet”, agregó el presidente.
Además, instruyó al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas diseñar estrategias para preservar la cultura y lenguas indígenas del país.
Tepehuanes del Sur – O’dam de Durango
El nombre de tepehuanes, tepehuanos o tepehuán es sin duda de origen náhuatl, derivado de tépetl, cerro y huan, partícula posesiva; es decir, “dueño de cerros”. Otra interpretación señala que el término tepehuani significa “conquistador o vencedor en batalla”.
Los tepehuanes se llaman a sí mismos O’dam, “los que habitan”. Se les nombra tepehuanes del sur para distinguirlos de los tepehuanes del norte que viven en el estado de Chihuahua, quienes están más emparentados en muchos sentidos con los tarahumaras.
Localización
Los O’dam habitan principalmente en el extremo sur del estado de Durango, región que forma una media luna que alcanza a tocar los estados de Nayarit y Zacatecas. Sus asentamientos se ubican entre los 400 y 2 mil metros sobre el nivel del mar, en la montaña o en las barrancas; se encuentran dispersos.
La mayoría de los tepehuanes forman parte de siete comunidades ancestrales que administran la tierra bajo el régimen de propiedad comunal: San Bernardino Milpillas Chico y San Francisco de Lajas en Pueblo Nuevo, Durango, María Magdalena Taxicaringa, Santiago Teneraca, San Francisco Ocotán y Santa María Ocotán en Mezquital, Durango, San Andrés Milpillas Grande en Huajícori, Nayarit.
Infraestructura
El acceso terrestre a la zona es muy difícil ya que se ubica en las inmediaciones de la Sierra Madre Occidental. Hay tres entradas principales para vehículos: la de Fresnillo, Zacatecas, para llegar a Canoas y San Antonio de Padua; la de Vicente Guerrero, Durango, para entrar a Santa María y San Francisco Ocotán y la de la ciudad de Durango que se une a esta última y continúa hacia Taxicaringa, Milpillas Chico y Lajas.
Los primeros tramos son asfaltados, después de terracería y en territorio indígena se convierten en brechas transitables sólo para vehículos de alta suspensión.