Nacional

AMLO confirma muerte de presunto asesino de sacerdotes en Chihuahua

El cuerpo de José Noriel Portillo Gil fue localizado en Choix, en los límites de Sinaloa con Chihuahua.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó la muerte de José Noriel Portillo Gil, conocido como “El Chueco”, quien presuntamente es el autor del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y otras dos personas en Cerocahui, Chihuahua.

El cuerpo fue localizado el pasado 18 de marzo, en el municipio de Choix, en los límites de Sinaloa con Chihuahua.

“Se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil, la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa, una comunidad rural. Ya se confirma por los estudios”, así lo anunció el presidente en conferencia de prensa matutina.

Previamente, el mandatario había señalado que las hermanas de Portillo Gil ya habían confirmado la identidad: “ellas colaboraron en ese propósito”.

Luego de localizar el cuerpo, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua instaló una comitiva de la Agencia Estatal de Investigación, con peritos y expertos, para integrar el expediente. 

Portillo está acusado de asesinar en junio de 2022 a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como al guía de turistas, Pedro Palma, y Paul Berrelleza, un joven beisbolista.

¿Quién era José Noriel Portillo Gil?

José Noriel Portillo era líder del grupo delictivo “Gente Nueva”, considerado como el brazo armado y operativo del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.

Antes del asesinato de las cuatro personas en Chihuahua, estaba vinculado al aseguramiento de 26 millones de pesos, armas largas, droga y vehículos que fueron asegurados en el municipio de Urique, en el mes de mayo de 2022.

Fue considerado desde 2019 como uno de los principales generadores de violencia en la sierra de Chihuahua.

Comunidad jesuita rechaza que sea “triunfo de justicia”

Luego de que comenzara a difundirse la posible ejecución de José Noriel Portillo, la comunidad de la Compañía de Jesús expresó que no se puede tratar del cumplimiento de la justicia.

“Si se verifica que se trata de la persona implicada en el homicidio de los padres jesuitas, su aparición sin vida de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”, señalaron en un comunicado.

Así mismo, hicieron un llamado para que se cumplan las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para construir condiciones de seguridad de la región.

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