El presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, encabezaron la conmemoración del 111 Aniversario Luctuoso de Francisco I. Madero.
En el patio central de Palacio Nacional, montaron una guardia de honor y depositaron una ofrenda floral en memoria del ‘apóstol de la democracia’.
En el evento, el exsenador y diplomático Héctor Vasconcelos resaltó la obra de Madero, quien permitió la libertad de expresión a pesar de las críticas de sus opositores.
“México no habría de conocer un periodo de libertades civiles semejante, hasta el advenimiento del actual Gobierno, es sólo ahora cuando los críticos del régimen se expresan con la más plena libertad, incluso haciendo uso de la calumnia y la mentira, sin riesgo alguno para sus personas, sus trabajos o sus haciendas’’, afirmó el exsenador, Héctor Vasconcelos.
Añadió que actualmente se vive una época similar a la que prevalecía mientras Francisco I. Madero era presidente.
“Hoy vivimos días en los que la infamia, la calumnia y la maleficencia andan desatadas por nuestro país, en cierto sentido, siempre ha sido así’’, consideró el diplomático, Héctor Vasconcelos.
Si hoy nos parece que el debate es más álgido y polarizado que nunca, eso se debe a la profundidad de los cambios que este gobierno ha generado.
Hoy, dijo, se trata de una confrontación entre el futuro prometedor versus el pasado desacreditado.
“El presidente con mayor vocación democrática”
El 6 de noviembre de 1911, Francisco I. Madero asumió la Presidencia de la República, cargo que ocupó poco más de 15 meses, y que fue uno de los símbolos más notables de la vida nacional.
Como gobernante, la tarea que tuvo frente así fue inmensa en un país lleno de problemas. Su administración fue blanco de diversas críticas y de demandas de varios grupos.
Fue obligado, junto con el vicepresidente José María Pino Suárez, a presentar su renuncia. Finalmente, ambos fueron asesinados el 22 de febrero de 1913, por órdenes del general Victoriano Huerta.