Esta mañana el Presidente Andrés Manuel López Obrador recordó el proceso de desafuero al que fue sometido en 2005, para mostrar a la población que su lucha por un país mejor no es de ahora.
Explicó que fue el entonces Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, quien llamó a Mariano Azuela, quien fuera presidente de la Suprema Corte, a todos los ministros y en alianza con el PRI y el PAN, para comenzar su proceso de desafuero.
Y aseguró que, por el pueblo, salió adelante.
“¿Quién me sacó a flote? El pueblo, que es mucha pieza como siempre”, agregó.
Al pedir que se transmitiera el discurso, el primer mandatario observó en silencio.
En el video de 2005, López Obrador menciona que se le juzgó su forma de pensar.
“Tengo la certeza absoluta de que no se me juzga por violar la ley, sino por mi manera de pensar y actuar y por lo que pueda representar, junto con otros mexicanos, para el futuro de nuestra patria”, añadió.
Menciona también los actos injustos como convertir la deuda privada en deuda pública, así como la utilización de recursos del sindicato de Pemex para solventar la campaña presidencial del priista, Francisco Labastida, los cuales, quedaron impunes y sin buscar culpables.
“Ahora resulta que, en el país de la impunidad, en el país del Fobaproa, de los Amigos de Fox, del Pemexgate y otros latrocinios cometidos, permitidos o solapados por los que ahora me acusan y juzgan, a mí me van a desaforar, me van a encarcelar y me van a despojar de mis derechos políticos por haber intentado abrir una calle para comunicar un hospital. Repito, por intentar abrir una calle para comunicar un hospital”, señaló el mandatario.
También mencionó que en ese momento, era acusado por Carlos Salinas de Gortari.
“También estoy orgulloso de ser acusado por quienes engañaron al pueblo de México, por quienes ofrecieron un cambio y mintieron, por quienes se aliaron a los personajes más siniestros de la vida pública del pasado, como Carlos Salinas de Gortari, y mantienen la misma política de siempre, esa donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo”, comentó.
En su discurso, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México dijo que tanto a él como a todos ellos los juzgaría la historia.
“Con sinceridad les digo que no espero de ustedes una votación mayoritaria en contra del desafuero. No soy ingenuo. Ustedes ya recibieron la orden de los jefes de sus partidos y van a actuar por consigna, aunque se hagan llamar representantes populares. Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”, concluyó el presidente.