Las Secretarías de Marina (Semar) y del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat) anunciaron en San Felipe, Baja California, la ampliación del Proyecto de sembrado de bloques de concreto para proteger el santuario de la vaquita marina.
Tras calificar como un éxito la estrategia intergubernamental para evitar la extinción de esta especie protegida, los altos mandos de Marina y Semarnat dieron a conocer el programa que aumentará en 216, los 193 bloques de concreto sembrados el año pasado, para atrapar y destruir las redes de pescadores furtivos en esta zona de veda permanente.
Apenas hace unos días, la Armada de México aseguró y destruyó 15 mil redes que habían tendido en los alrededores de la zona cero embarcaciones de pesca ilegal.
Durante la presentación de esta etapa del nuevo proyecto, para reforzar la protección de la vaquita marina, la Semarnat anunció que impulsará la implementación de otras acciones tecnológicas, para reforzar la vigilancia y protección de esta zona de reserva ecológica de casi 225 kilómetros, de Puerto Peñasco a San Felipe, en el Golfo de California, en el norte del país.
Vaquita marina
La vaquita marina (Phocoena sinus), el cetáceo más pequeño del mundo, enfrenta una grave amenaza de extinción. La Comisión Ballenera Internacional (CBI) ha emitido su primera “alerta de extinción” en su historia para esta especie, que solo mide entre 1.2 y 1.5 metros de longitud. La principal causa de su riesgo de extinción es su enmalle en las redes utilizadas por pescadores ilegales en el Golfo de California, México, su hábitat natural.
Las vaquitas marinas a menudo quedan atrapadas en estas redes de pesca y mueren como consecuencia. Aunque el Gobierno de México ha declarado ilegal el uso de este tipo de redes en el hábitat de las vaquitas, su cumplimiento es irregular, lo que sigue amenazando la supervivencia de la especie. Actualmente, solo se estima que hay entre 10 y 13 ejemplares en libertad, todos ellos en el norte del golfo.
Protegida desde 1997
La especie está protegida desde 1997, y se han realizado esfuerzos significativos para su conservación a lo largo de las décadas. Aunque en 1997 se estimaba que había más de 500 vaquitas en el Golfo de México, la población se ha reducido drásticamente a lo largo del tiempo. En 2015, había alrededor de 59 ejemplares y en 2023 se calcula que solo quedan alrededor de 13 individuos.
Un estudio reciente publicado en la revista Science señala que la pesca ilegal es la mayor amenaza para la vaquita marina, a pesar de que tiene características genéticas favorables para su potencial recuperación. A pesar de sus esfuerzos reproductivos activos, la especie se enfrenta a un grave riesgo de extinción debido a la actividad humana.