Lo que no se llevó el huracán ‘Otis’, se lo han llevado manos humanas en Acapulco…
Cerca de 90% de los comercios de Acapulco fue saqueado, y a tres días del impacto del meteoro, queda muy poco por sustraer.
Toda la mercancía es susceptible de ser saqueada. Quienes aún buscan en los anaqueles de los supermercados, dicen tener motivos.
“La verdad vine a ver si hay un poquito de agua, a lo mejor algún arroz, frijol que son las comidas que le pretendo ofrecer a mi familia, porque la carne que yo tenía en el refri ya se me echó a perder y tengo un bebé y otros dos niñitos más”, comentó un habitante de Acapulco, Guerrero.
Otro ciudadano manifestó: “Mucha gente abusó de esto para poder sacar cosas innecesarias, televisiones, estufas, pantallas y cosas que no son de primera necesidad. Uno busca ahora algo para poder sobrevivir en lo que llega el apoyo”
“A mi papá se lo llevó el viento. Se lastimó el pie, por eso vinimos aquí a buscar vendas, alcohol…”, dijo una damnificada.
Los turistas como John, que dicen tener un cariño especial por Acapulco, se dicen asombrados por estas escenas que se repiten en todo el Puerto de Acapulco, lo mismo en la costera que en las colonias populares.
“Es un shock, es como el Apocalipsis. Es un shock, da mucho miedo, en tan sólo unos días Acapulco fue completamente destruido”, expresó John, turista inglés.
Y tiene razón…
Uno de los supermercados de artículos de primera necesidad, alimentos, medicinas, también mercancía de higiene básica, está completamente saqueado, como muchos otros.
Pero, ¿alguien se ha detenido a pensar sí esto es por cultura efectivamente, como muchos medios lo han retratado?, porque la gente tiene que sobrevivir, la gente tiene que comer, la gente resultó herida y tiene que curarse. Entonces tiene que encontrar las cosas a pesar de que las farmacias y muchos comercios están cerrados.
A Emilio no le interesa que personas a kilómetros de distancia consideren sus actos como robos o saqueos, cuando tiene necesidades básicas qué cubrir.
“Para mí la gente puede decir lo que ellos quieran, que uno está haciendo robo, pero no es un robo, porque aquí lo va a cubrir el seguro, de antemano los dueños de esta tienda saben que los cubre el seguro. Más que nada venimos por agua”, dijo Emilio, habitante de Acapulco.
En las salidas de Acapulco las fuerzas federales, cuestionadas por la falta de apoyo en las tareas de limpieza y rescate, decomisan la mercancía a quiénes no pueden acreditar su legítima pertenencia.
Y hay casos excepcionales, como el de Víctor, que ve la situación desde ambas caras de la moneda, desde que encontró su motocicleta.
“Ese día ya era hora de la salida y la moto realmente no encendió, así que opté por dejarla ahí, en esa parte a un lado de la tienda y me fui a mi casa y ahora sí que Dios sabrá porque hace las cosas y mire, vengo hoy tres días después; desde el lunes, martes que inició la lluvia, un huracán categoría cinco golpeó Acapulco y aquí encuentro la motito”, narró Víctor Moran.
Y agregó: “¿Así es la gente de Acapulco? realmente la gente no se comporta así, hubo mucha gente que en varios puntos del puerto se estuvieron formando para poder comprar, porque hubo tiendas que nos abastecían, solamente tenían permitido que un kilo de arroz, cierto número de productos para una sola persona y se iban formando y por otro lado Acapulco también dejó ver su peor lado, mire nada más…”
Aún faltan los días más difíciles por venir, en tanto la ayuda siga sin llegar a Acapulco. Pero sus habitantes no se han quedado cruzados de brazos…