Uno de los antecedentes en proceso para la legalización de la marihuana se remonta a noviembre de 2015, cuando la Suprema Corte de Justicia concedió un amparo a cuatro personas para que pudieran usarla con fines recreativos.
En febrero de 2019, la Corte reconoció el derecho de las personas al consumo de la marihuana con fines recreativos y de salud. El tema avanzó y en agosto de ese año, el máximo tribunal del país concedió un amparo a un menor para usarla con fines medicinales, ya que necesitaba un tratamiento a base de un derivado de dicha planta.
En el debate se han pronunciado grupos a favor y en contra de la legalización de la marihuana. Mariana Sevilla, fundadora de la Organización “México Regula” exigió que el Senado cumpla el mandato de la Suprema Corte.
Exigimos que se quiten la posesión simple, las multas desproporcionadas, los registros y permisos para el auto cultivo para que esta ley realmente pueda cumplir con el mandato de la Suprema Corte de respetar el libre desarrollo de la personalidad de las personas usuarias”, expresó Mariana Sevilla.
Pero también organizaciones religiosas, de padres de familia y de jóvenes en contra de la legalización de la marihuana, afirman que detrás de la discusión está el interés de grupos económicos, particularmente extranjeros.
La regularización, la legalización de la marihuana no va a resolver el problema de las adicciones en este país, ni va a resolver el problema de los pleitos entre los grupos criminales ni va a resolver los problemas financieros de este país, no nos quieran ver la cara. Aquí hay un negocio redondo entre unos cuantos, casi siempre con fondos internacionales”, dijo Leonardo García Camarena, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia.
Según datos oficiales, en México hay 5.7 millones de consumidores de marihuana.
En la discusión del tema, instituciones federales como la Cofepris mantienen una política de “puertas abiertas”.
Ahora es el turno de la discusión en el Senado de la República.