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Área natural protegida de Texcoco se recupera lentamente

La recuperación de este ecosistema llevará muchos años. Sin embargo, simplemente por permitir que el agua recupere su cauce, la naturaleza reclama su espacio

Muy poco queda del esplendor de lo que alguna vez fue el gran sistema lacustre en el corazón del Valle de México y del que Texcoco formaba parte.

Se fue reduciendo toda la extensión que ocupaba desde su origen, llegó a tener hasta 900 kilómetros cuadrados y actualmente solo nos queda menos del uno por ciento, estamos hablando de 10 mil hectáreas y que no necesariamente todo está ocupado por agua”, indicó Gloria Tavera Alonso, directora General de Conservación, CONANP.

Históricamente esta zona ha sido víctima de múltiples intentos para desecarla y aprovechar su territorio. El último fue el proyecto de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, detenido luego de una consulta ciudadana.

Hoy, este lugar es un área natural protegida en la que la vida lentamente recupera su lugar.

Esto es parte de este sistema complejo en donde por muchas acciones o actividades que se han hecho por más de 500 años de quererlo transformar, este lago aún permanece, justamente por cómo funciona todo este sistema hídrico y cómo recibe los aportes de diferentes formas. Aunque le pusieran mucha infraestructura para su desecación, este lago siempre va a tener agua”, añadió Gloria Tavera Alonso.

Es el sitio ideal para la proliferación de 250 especies de flora y más de 370 de fauna, entre ellas, cientos de miles de aves migratorias que realizan vuelos de 8 mil kilómetros para encontrar en este lugar un sitio seguro durante la temporada invernal.

“Las aves acuáticas migratorias, que ese es uno de los objetos de conservación más importantes del por qué necesitamos mantener este lago vivo y haciendo su función como este hábitat en donde estas aves acuáticas migratorias que vienen del norte del continente, desde Alaska, que cruzan todo Estados Unidos, todo Canadá, cruzan toda esta parte del territorio hasta llegar al centro”, dijo Gloria.

La recuperación de este ecosistema llevará muchos años. Sin embargo, simplemente por permitir que el agua recupere su cauce, la naturaleza reclama su espacio.

“Cuando introdujeron todo el tezontle y el basalto por todas las obras para la construcción del aeropuerto, este tezontle y basalto traía muchísimas semillas de muchas especies de los cerros de los alrededores y con las mejores condiciones aquí se empezaron a reproducir y tenemos orquídeas, por ejemplo, que son de la región, no son de aquí pero ya llegaron aquí y se están estableciendo, entonces tenemos un mosaico muy heterogéneo”, puntualizó Tavera Alonso.

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