Las acusaciones y denuncias sobre los vínculos de Genaro García Luna no son nuevas, y el veredicto que lo declaró culpable por narcotráfico en Nueva York vino a confirmar lo que en México muchas y diversas voces denunciaron desde tiempo atrás.
Pero a pesar de todo, el expresidente Felipe Calderón ha dicho y repetido que nunca supo, ni tuvo conocimiento de denuncia alguna en contra de su amigo y secretario de Seguridad.
Desde hace años varias voces denunciaron que García Luna protegía delincuentes, montaba operativos y era corrupto.
En 2008 la periodista Anabel Hernández publicó el libro “Los cómplices del Presidente”, en el que denunció los vínculos de García Luna con el Cártel de Sinaloa y como el entonces presidente Felipe Calderón lo hizo uno de los hombres más influyentes de su gabinete, pese a que conocía esta situación.
En el libro “García Luna, el señor de la muerte”, el periodista Francisco Cruz narró la relación del funcionario con el Cártel de Sinaloa desde 2006 y cómo su guerra contra los Beltrán Leyva y Édgar Valdez “La Barbie” era en realidad un ‘parapeto’ para beneficiar a quienes le pagaban millones de dólares por protección.
Mientras que en mayo de 2007, el general Tomás Ángeles Dauahare, entonces subsecretario de la Defensa Nacional, advirtió a Felipe Calderón Hinojosa de manera directa y de viva voz, sobre los vínculos que tenía su secretario de seguridad pública con el crimen organizado. Un año después, el general anunciaba su retiro de las Fuerzas Armadas.
En 2008, Javier Herrera Valles, entonces coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva (PFP), envió dos cartas a Calderón alertándolo sobre irregularidades operativas que ordenaba García Luna y que beneficiaban a capos o a un cártel de la droga.
La única respuesta que obtuvo fue que primero lo dieron de baja del cuerpo policial y meses después fue arrestado con cargos inventados.
Otro que exhibió que el presidente Felipe Calderón estaba enterado de las tropelías de su secretario de Seguridad, es el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña.
Hace 13 años, el legislador le dijo a García Luna, de frente y en la Cámara de Diputados lo que ayer confirmó la justicia estadounidense: que era un delincuente.
“De manera tan sistemática es usted de una sevicia y de una perversidad peligrosa para la vida pública del país. Los ciudadanos son tratados como delincuentes y los delincuentes como usted gobiernan este país. Y como se lo dijo el diputado Jaime Cárdenas, no van a quedar impunes”, sostuvo Fernández Noroña.
Y agregó en el mismo escenario: “usted cree que por el poder que tiene en este momento, por el control que tiene sobre quien usurpa la Presidencia de la República, va a poder seguir gozando de esa impunidad. No va a ser así, no vamos a descansar hasta que no pague por los crímenes”.
De acuerdo con notas periodísticas y lo dicho por los propios narcotraficantes en los tribunales estadounidenses, era imposible que el presidente Calderón no estuviera enterado de los nexos de su secretario de Seguridad Pública con el crimen organizado.
Al interior del mismo Partido Acción Nacional hay personajes que no le creen a Calderón. Diego Fernández de Cevallos lo dijo así en entrevista televisiva:
“Calderón es responsable políticamente y posiblemente en lo judicial, porque él lo puso, y es inverosímil que hubiera desconocido el comportamiento de su secretario; y si no lo supo pues fue un idiota”.
Pero, ¿Por qué dice Felipe Calderón que no sabía nada de esos vínculos? Esta es una pregunta de la que millones de mexicanos esperan respuesta.