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Así es buscar a un desaparecido en México

Ana Enamorado busca a su hijo Óscar Antonio López Enamorado, desaparecido el 19 de enero del 2010 en el estado de Jalisco. Tiene once años buscándolo y hasta la fecha no ha encontrado respuesta.

 

Óscar salió de Honduras en el 2008 a los EUA como cualquiera de las personas que cruzan este país: sin documentos. Llegó a EUA sin problema y vivió por casi un año. Conoció a estos muchachos en el trabajo y uno de ellos lo invitó a México. Lo convenció de que podría trabajar y estar más cerca de su país para visitar a su madre”, explicó Ana. 

 

En México se han registrado 82 mil 323 personas desparecidas, de las cuales 7 mil 38 desparecieron en el 2020.

 

Óscar vivió en Jalisco por casi un año. En septiembre del 2009, un hombre llama al teléfono de Ana, le advierte que su hijo estaba en un accidente automovilístico y debería de pagar la reparación de una camioneta. Ana hace los depósitos y no vuelve a saber de Óscar hasta el 19 de enero cuando su hijo le llama por teléfono y dice que se encuentra en una isla sin saber exactamente dónde.

 

Esa llamada se cortó y fue la última vez que la madre tuvo contacto con Óscar. Comenzó un intento de búsqueda desde Honduras, pero le fue imposible encontrar algún dato, hasta que llegó con la caravana de madres centroamericanas a México y comenzó a buscar pistas y atar cabos. 

 

En recortes de prensa identificó que la camioneta que supuestamente había chocado Óscar aparecía quemada y con cuerpos calcinados en su interior. Sin embargo, las fechas no cuadraban porque ella habló con su hijo semana después del hallazgo de la camioneta. En otra ocasión le mostraron unas fotos de un cuerpo que había sido colgado en Puerto Vallarta, pero cuando pidió una confronta genética le dijeron el cuerpo había sido incinerado en hornos oficiales.

 

Para el 2019, abogados particulares desplazaron a los de oficio y el caso empezó a caminar. A inicios del 2020, Ana coordinaba la búsqueda de campo con la Unidad Contra Delitos a Migrantes de la FGR y fue hasta septiembre de ese año que comenzó el rastreo en territorio tapatío para localizar a Óscar Enamorado.

 

Salimos por primera vez a hacer una búsqueda con un equipo y nos fuimos a visitar esos pueblos que decían que no podíamos entrar, a los lugares donde las autoridades se negaron a buscar. Llegamos apoyadas con un montón de camionetas de la Guardia Nacional y la policía. Fuimos y pegamos boletines, preguntamos de casa en casa. Hicimos una labor de campo como se debe de hacer para localizar a las personas. Eso es lo que se tenía que hacer hace diez años, era lo primero”, exclamó Ana.

 

Buscar en el último lugar donde fue vista la víctima de desaparición es una diligencia primordial que tardó una década en llevarse a cabo en el caso de Óscar.

 

Por lo menos en esta búsqueda se está mostrando que si ya no podemos encontrar a Óscar, es por las omisiones del Estado mexicano desde hace once años. Esta búsqueda la hemos hecho sólo con las comisiones: la Comisión Nacional de Búsqueda Comisión de Búsqueda de Personas en Jalisco, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y mis abogados. Me gustaría aclarar que ninguna fiscalía estuvo presente, ni ministerios públicos, ni policías de investigación”, explicó Ana.

 

El año pasado, la buscadora colocó azulejos con el rostro y las huellas de Óscar Enamorado. Junto con el Colectivo Huellas de la Memoria se instalaron unas placas de estos azulejos frente a la Fiscalía General de la República, y otros más en la Fiscalía del estado de Jalisco como un acto de memoria para las desapariciones de los migrantes en México. Estas últimas fueron retiradas días después de que Ana las pegó con cemento y pala. 

 

Con la pandemia me desespero más, porque las autoridades se excusan con eso y se van todos a la casa. Yo no he descansado, no me voy a quedar con los brazos cruzados si mi hijo sigue desaparecido. Mientras todo el mundo está en casa cuidándose de la pandemia, yo no sé dónde está mi hijo”, lamentó Ana.

 

El día de hoy 19 de enero se cumplen once años de la desaparición de Óscar Antonio López Enamorado y el caso sigue sin tener alguna pista clara de lo que sucedió o de su paradero. Por cuestiones sanitarias se ofrecerá una conferencia de prensa digital con Ana Enamorado, los abogados del caso y la periodista Paula Mónaco.

 

A once años de la desaparición de mi hijo, pido que me acompañen a exigir justicia por él y por los miles de personas desparecidas en este país”, concluyó Ana Enamorado.

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