Las primeras declaraciones de la familia de Digna Ochoa y la solicitud de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se presentaron en esta audiencia internacional.
En la sala de justicia virtual participaron más de 15 personas entre jurado y representantes de las dos partes en controversia.
La sentencia que emitirá esta Corte no resolverá si Digna se suicidó o fue asesinada, lo que se discute, es si la investigación incumplió con los estándares internaciones y si eso permitía arribar a una conclusión distinta a la que llegó el Estado mexicano: el suicidio (la no acción penal).
Digna fue encontrada el 19 de octubre en un despacho de trabajo jurídico.
Su cuerpo tenía dos disparos, uno en la pierna y el otro en lado izquierdo de la cabeza, un tercer disparo se veía en uno de los sillones de la oficina, su rostro lucio varios golpes ajenos a la bala.
Sin embargo, el Estado mexicano declaró que su muerte fue un suicidio.
La Jueza Elizabeth Odio de la Corte Penal Interamericana (CPI) otorgó la palabra la primera declarante.
Esmeralda Arosemena, comisionada interamericana declaró ante la Corte:
A casi 10 años la investigación fiscal, esta concluyó en el no ejercicio de la acción penal, considerando que no había elementos de un homicidio. Esta comisión concluyó que el Estado mexicano incumplió con la responsabilidad un ambiente propicio para el ejercicio de los defensores de derechos humanos”.
Sostuvieron la versión de un suicidio, a pesar de la falta del resguardo a los hallazgos en la escena del crimen, una incompleta descripción de las heridas en el cadáver e imprecisiones sobre la trayectoria del proyectil que causó la muerte de Digna Ochoa.
Se integraron peritajes psicológicos que se basaron en la salud mental de la víctima, lo que resultó más problemático sin tomar en cuenta los indicios que representaban una represalia por sus labores como defensora de derechos humanos.
La Comisión concluyó que el Estado vulneró a los familiares que participaron activamente en la investigación por eso la comisión emitió puntualmente recomendaciones ante la sentencia oficial y el Estado no presentó avances ni prorrogas para cumplir las recomendaciones de esta Comisión por eso se turnó a la Corte Penal interamericana emita una sentencia”, mencionó Esmeralda Arosemena.
La presidenta Elizabeth agradeció la intervención de la comisionada y dio la palabra al señor Jesús Ochoa, hermano de Digna que rindió su primera declaración en esa corte.
El jueves 18 de octubre hable con ella para decirle que mi padre estaba muy enfermó y ella me recomendó que fuéramos al médico para comprarle medicinas. Nos enteramos de su muerte por los medios de comunicación en la televisión específicamente. Esa noche me traslado y voy a la funeraria donde hacían sus restos. Para mí no era Digna, pero tuve que reconocer que si era mi hermana a la que asesinaron de manera vil”, comentó Jesús Ochoa.
Para mí no hubo investigación, fue pura simulación”, agregó.
Renato Sales asumió la carpeta en diciembre del 2001 y dijo que: “estamos ante un suicidio y queda descartada la línea del ejército y la línea del novio”.
La reacción de nosotros fue de impotencia y coraje, pero también nos motivó. Nos dimos a la tarea de darle un seguimiento puntual durante 20 años. Para nosotros Digna no se suicidó, la mataron y ensuciaron su nombre desde Renato Sales, Margarita Guerra, José Antonio Pérez, el procurador Bernardo Bátiz y al final cuando cierran el caso bajo el cargo de Miguel Ángel Mancera”, indicó.
En la siguiente participación estuvo el primer ministerio público a cargo de la investigación que dictó la no acción penal por la muerte de Digna Ochoa y fue interrogado por miembros del jurado interamericano y los representantes de la familia.