Familiares de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa marcharon para gritar que llevan nueve años sin ver a sus hijos, a sus hermanos.
El Ángel de la Independencia atestiguó el inicio de la concentración y el clamor de las familias que sigue siendo: “Vivos los queremos”.
Los padres de los normalistas encabezaron la marcha hacia el Zócalo de Ciudad de México.
Caminaron acompañados por las múltiples organizaciones civiles, por simpatizantes que se han sumado a lo largo de estos nueve años y por férreos estudiantes.
La marcha se detuvo en el “antimonumento” y ahí resonó una exigencia que no es nueva.
“Lo que estamos exigiendo que puedan avanzar las investigaciones, dilucidar cabalmente cuál es el paradero de los estudiantes; qué fue lo que pasó el día 26 de septiembre que al día de hoy no tenemos claridad de lo ocurrido”, reclamó Vidulfo Rosales, abogado de familiares de los 43 normalistas desaparecidos.
Una placa conmemorativa selló el momento. Y ahí junto a ese gran “43” en rojo, los manifestantes cambiaron el nombre de la estación de “El Caballito” por el de “antimonumento”.
El llamado ‘Bloque Negro’ realizó pintas y destrozos en restaurantes de la zona.
Pero nada opacó el grito de justicia y el río de gente que desembocó en la céntrica plancha de la ciudad donde desde un templete, se escucharon argumentos para jamás olvidar.
“Queremos desde esta tribuna rechazar de manera tajante la narrativa entregada ayer por este Gobierno, es una narrativa que no se sustenta”, agregó el abogado Rosales.
Hilda Hernández, madre de un normalista desaparecido dijo que están molestos y enojados, pues afirmó: “no puede ser que 5 años perdidos, otra vez, sin llegar a la verdad, sin saber el paradero de nuestros muchachos, no es válido, es injusto, no puede ser posible que sigan protegiendo al Ejército”.