Hoy, hace 60 años, fue asesinado por militares y policías judiciales el líder agrario Rubén Jaramillo junto con su esposa Epifanía quien estaba embarazada y dos de sus hijos.
Jaramillo fue un joven campesino zapatista que nació en 1900. A los 14 años se incorporó al Ejército Libertador donde luchó hasta que Emiliano Zapata fue asesinado el 10 de abril de 1919.
Desde 1919, como muchos compañeros de Zapata, comprendido que la revolución campesina había sido derrotada que tenía que guardar las armas y luchar por la tierra por medios pacíficos,
En la década de 1920, organizó grupos campesinos en Tlaquiltenango para conseguir tierras y luchar contra los comerciantes en los realizadores de arroz que explotaban a los productores.
Durante el Gobierno de Lázaro Cárdenas fue el principal promotor de la creación del Ingenio de Zacatepec que se formó con miles de cañeros y de cuya cooperativa fue su primer presidente y contribuyó a la Organización Nacional de los Cañeros.
Rubén Jaramillo cayó en cuenta que los Gobiernos no cumplirían las demandas agrarias de los campesinos que habían hecho la revolución y se dio cuenta de que los intereses de los acaparadores comerciantes en los realizadores agrícolas y los nuevos caciques eran apoyados por el Gobierno y el ejército, y que a los campesinos que luchaban los perseguían y asesinaban.
Junto con antiguos compañeros zapatistas, Lázaro Cárdenas lo convenció de dejar las armas. En la administración del presidente Ávila Camacho, en 1945 creo el Partido Agrario Morelense y despertó gran entusiasmo entre los campesinos, pero sus seguidores fueron perseguidos.
Compitió por la gubernatura de Morelos, pero ente el triunfo del candidato oficial y Jaramillo regresó a la lucha armada otra vez.
En 1951, apoyó la candidatura de Miguel Enrique Guzmán a la Presidencia de la República y el mismo volvió a competir por la cobertura de Morelos. Miles de campesinos se volcaron para apoyar su campaña, pero nuevamente se realizó un fraude electoral y se impuso en el Gobierno a Rodolfo López del PRI.
Jaramillo y algunos seguidores se levantaron otra vez en armas y en 1958 el entonces candidato presidencial, Adolfo López Mateos, lo recibió en su casa y ofreció garantías para volver a la legalidad.
El 23 de mayo de 1962, Rubén Jaramillo, su esposa y dos de sus hijos fueron secuestrados y asesinados por el Estado Mexicano consumando uno de los más viles asesinatos políticos contra un luchador social ejemplar, heredero, como muchos otros, de la lucha zapatista.