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Beltrones: acusaciones de corrupción, violencia y vínculos con el narcotráfico

Manlio Fabio Beltrones, político con extenso expediente de acusaciones, busca una senaduría.

Ante el posible regreso de Manlio Fabio Beltrones, político priista que en su expediente carga una larga lista de acusaciones por corrupción, violencia y vínculos con el narcotráfico, el presidente López Obrador, dijo que no se le puede impedir su derecho a participar en el proceso democrático para que ocupe una senaduría.

No obstante, confió en que la gente tenga presente en la memoria lo que ha sido y ha hecho Beltrones para el país y lo refleje en las urnas.

Manlio Fabio Beltrones podría pasar como un encumbrado jefe de la “Cosa Nostra” por su opaco expediente y señalamientos directos de lavado de dinero, espionaje y protección de “narcos”.

Beltrones hoy tiene 71 años y se le ha acusado de una importante lista de expedientes criminales en su haber. Hay investigaciones en su contra por presunto lavado de dinero, se le ha vinculado al espionaje y a la persecución política. Habría sido cómplice de narcotraficantes cuando fue gobernador en los 90.

Comenzó su controvertida carrera en 1976, con Fernando Gutiérrez Barrios, un sombrío impulsor de la persecución política en la extinta dirección federal de seguridad. Ahí aprendió las bases de “la cañería del poder”, como cita alguna columna política.

De aquellos años habría sido esta su credencial, cuando habría realizado labores de espionaje, de acuerdo con un expediente recientemente revelado y desestimado, por supuesto, por el propio Manlio.

Beltrones escaló rápidamente y en los 80, se convirtió en dirigente del PRI en Sonora. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, como subsecretario de Gobernación, se reencontró con su mentor Fernando Gutiérrez Barrios. Y fue también un hijo pródigo del ‘salinato’.

Fue la antesala de Manlio para contender por la gubernatura de Sonora, que ganó en 1991.

A la postre, se le reprocha, entre otras cosas, haber agravado la pobreza y endeudado al Estado.

Pero lo más delicado fue lo revelado por The New York Times en febrero de 1997, con base en informes de inteligencia y una serie de entrevistas. toda esta información se entregó al expresidente Ernesto Zedillo, según el tabloide.

Denunció que Beltrones Rivera participó en reuniones de alto nivel con narcotraficantes, para proteger sus operaciones. Específicamente habría sido cómplice del llamado ‘Señor de los Cielos’, Amado Carrillo Fuentes.

Claro, en todo esto, Beltrones quedó impune.

Manlio Fabio Beltrones asumió en 2002 la Secretaría General de la CNOP. Entonces, se confrontó con la lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo. Años después, se desarrolló en el ámbito parlamentario, donde Manlio Fabio presidió la Cámara de Diputados cuando fue desaforado López Obrador, y se le señaló como promotor de la privatización de las playas del país, entre muchas otras actividades negras de la política. Se le consideró entonces actor clave en la consolidación de las reformas neoliberales de Peña Nieto.

Su más reciente escándalo lo personificó en familia. Esto debido a que tanto la Fiscalía de México, así como de Andorra, investigan a Manlio Fabio y a su hija, Sylvana Beltrones Sánchez, por el depósito sin declarar de 10.4 millones de dólares a una cuenta bancaria en aquel principado.

La cuenta estaba a nombre de Sylvana Beltrones y la transacción se habría realizado apócrifamente entre 2009 y 2010, cuando la implicada no ocupaba ningún cargo público.

La Fiscalía mexicana también tiene una línea de investigación contra Manlio Fabio Beltrones, por su actuación en el magnicidio de Luis Donaldo Colosio y la detención irregular de Mario Aburto.

Es parte del historial de Beltrones Rivera, quien había mantenido bajo perfil hasta hace unos días, cuando se revelaron sus intenciones de regresar a la vida pública, para buscar nuevamente un escaño en el Senado.

Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que todos tienen derecho a participar en el proceso electoral, aunque, acotó, no hay duda de que en la población persiste la memoria histórica.

“No hay que impedirle a nadie que participe y dejar que sea el pueblo el que resuelva. Tenerle confianza a la gente, tenerle confianza al pueblo, además son como pruebas de cuánto hemos avanzado como sociedad”, señaló López Obrador.

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