Luego de su desafuero, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acusó linchamiento político y penal en su contra.
Desestimó el proceso realizado por la Cámara de Diputados y aseveró que el Congreso de Tamaulipas tendrá la última palabra.
La Constitución es clara, la Cámara de Diputados federal no puede desaforar por sí misma a ningún funcionario local”, aseguró el gobernador de Tamaulipas.
Consideró como falsos los delitos fiscales por los que lo acusan.
Las acusaciones, dijo, no tienen fundamento. Afirmó que sus impuestos fueron debidamente declarados y pagados.
Este desafuero no se trata de vínculos con el crimen organizado como falsamente se ha difundido, tampoco se me acusa de pactar, proteger o dejar de ir a un delincuente o a un capo, no me imputan haberme apropiado de recursos públicos en beneficio propio o de mi familia”, agregó.
El mandatario estatal advirtió que ninguna condena le quitará la dignidad ni la honra de servir hasta el último momento de su mandato a los tamaulipecos.