Yo estaba registrando a mis abuelos y se me cruzó por la mente, ayudar a los demás”, Camila Ortiz.
Ella es Camila Ortiz, vive en Albia, una pequeña comunidad en Torreón, Coahuila, y a sus 12 años, ya es considerada por la revista Forbes, una de las mujeres más poderosas de México.
Para obtener este reconocimiento sólo necesito una computadora, y mucho corazón.
Y es que cuando inició la campaña de vacunación contra el COVID-19 para adultos mayores, Camila acudió a casa de sus abuelos para ayudarlos a registrarse vía internet. Ahí se dio cuenta de que más personas necesitaban su apoyo.
Muchos no tienen televisión ni internet, no sabían cuando se tenían que poner la vacuna, si se tenían que registrar, nada”, agregó.
Poco a poco su labor altruista recorrió el municipio y, en unas semanas, Camila ayudó a más de 500 a obtener su registro y su vacuna, pero su misión no culminó ahí.
La joven notó que para muchos era complicado trasladarse al centro de vacunación y, con ayuda de su mamá, consiguió autobuses para transportarlos.
Ya nos estaban diciendo muchos, ayúdenme, no podemos ir a que nos vacunen, nos pueden llevar y ahí fue cuando se me ocurrió que mejor en camión”, añadió.
Su determinación y empatía la llevó a ubicarse en la lista de las 100 mujeres que, durante el último año, contribuyeron a la recuperación política, social y artística de México.
Me siento muy feliz, muy orgullosa, de mi misma y aunque todavía no puedo asimilar lo que estoy haciendo pues aún así sigo ayudando”, dijo Camila.
Este espíritu de solidaridad también lo ve reflejado en su futuro.
Me gustaría estudiar medicina en especialidad en pediatría, me gustaría estudiar en Canadá, Japón, Estados Unidos, en el extranjero y en un futuro me veo teniendo éxito en mi carrera”, puntualizó.
Camila, un ejemplo de cómo una idea puede transformar la vida de miles.