
Carmen Sánchez se ha enfrentado a más de 60 cirugías desde que en 2014 fue víctima de tentativa de feminicidio.
Estuve más de ocho meses en el hospital. Estoy por entrar mi cirugía número 61. Este delito fue perpetrado porque mi agresor no quiso darme mi libertad”, fueron las primeras palabras que Carmen compartió en una entrevista exclusiva con Once Noticias.
Fue agredida por Efrén “N” con un litro de ácido, en Ixtapaluca, Estado de México. Ante el delito, Carmen y su familia denunciaron, sin embargo, debido a las constantes omisiones, la revictimización y la violencia institucional, a la que fue sometida, su carpeta de investigación estuvo perdida por cuatro años, hasta que junto con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), recuperó esta carpeta.
En el 2019, la CNDH emitió una serie de recomendaciones al Estado por la violación a los derechos humanos, además se emitió una recompensa, para capturar a su agresor que encontraba prófugo. No fue sino hasta el 6 de mayo del 2021, que Efrén “N” fue capturado por las autoridades.
No podía creerlo, estaba anonadada porque ha sido un largo y tortuoso camino para obtener justicia. Confieso que tenía miedo, pero fue un momento importante e histórico”, relató.
La activista denunció que han sido 7 años muy largos en búsqueda de justicia. Señaló que ha padecido una serie de violaciones a sus derechos.
Mi derecho a la salud, a la justicia. He tenido que lidiar con la discriminación de la sociedad. No obstante, he puesto todo mi esfuerzo y mi cuerpo para resistir. He estado a punto de rendirme”, confesó Carmen.
“Ataques con ácido se tienen que nombrar”.
Carmen fue una de las primeras mujeres que denunció este tipo de delito en el país.
Me sentía sola muy y pequeña cuando lo hice, sin embargo, en el 2018, conocí a Ana Saldaña, también fue víctima de este tipo de ataque y me ayudó a tomar fuerzas. Fue muy grato conocerla, me llené de fuerza”, recordó.
La creación de la Fundación Carmen Sánchez MX ha creado lazos de comunicación y trabajan inspiradas en otras mujeres como en Natalia Ponce de León y Gina Potes, en Colombia, ambas víctimas por este tipo de delito.
“Esta fundación es parte de un trabajo colectivo de mujeres que buscamos justicia por las víctimas. Se han sumado cirujanos y cirujanas, psicólogas, abogadas. Todo el tratamiento es muy costoso, no podríamos pagarlo sin el apoyo de este equipo (…) Nuestra Fundación, de hecho, se inspiró en la lucha que ellas han emprendido en su país”, declaró Carmen Sánchez.
En México existimos 24 víctimas de ataques con acido y cada vez van en aumento. Tan solo en este año van tres casos registrados. ¿Para cuándo una ley federal que tipifique este tipo de ataques y nos repare integralmente el daño?
No son “lesiones simples” son violencia feminicida. pic.twitter.com/I2vCshoUmD— Carmen Anchez (@CarmenAnchez) May 11, 2021
La lucha también es simbólica: el mural
El 21 de marzo, hicieron un mural en Huixquilucan titulado “La digna rabia tiene rostro de mujer”. En él pintaron los rostros de María Elena Ríos, Ana Saldaña, Esmeralda Millán y el de Carmen.
Este mural lo hicimos para simbolizar nuestra resistencia, nuestra lucha, nuestra rabia y nuestra fortaleza, porque pese a todo lo que hemos vivido, seguimos resistiendo”, expresó Carmen con sus ojos llenos de orgullo y alzando su tono de voz acorde al significado de esta intervención artística.
Sin embargo, denunció que unas semanas después “nos blanquearon el mural. Es muy triste, porque después de que nos lo borraron, cuatro días más tarde, quemaron a otra mujer en Veracruz. Fue un acto de acallamiento. Fue una impresión muy fuerte”.
La activista denunció en redes sociales este hecho y responsabilizó al ayuntamiento de Huixquilucan: “quiero que se investigue quién fue y que haya reparación del daño: la persona que lo hizo que vuelva a pintar nuestro mural”.
Carmen Sánchez urgió a legisladores y legisladoras que reconozcan como delito los ataques con ácido.
Hay iniciativas locales, pero necesitamos que nos escuchen, que se sienten a trabajar con nosotras. Necesitamos sentencias justas, con perspectiva de género. Nosotras buscamos justicia, queremos justicia. Este tipo de delito hay que nombrarlo. Los ataques con ácido se tienen que nombrar para que la sociedad sepa que no son hechos aislados, aquí en nuestro país ocurren con frecuencia”, declaró.
Carmen Sánchez confía en la Fiscalía, para que se repare el daño, a través de una sentencia justa, “para que no haya repetición de este delito, para que exista un precedente de justicia para mi caso, pero al que puedan acceder todas las víctimas”.
Ataques de ácido en el Código Penal en México
Este delito no se encuentra tipificado en el Código Penal Federal, lo que implica que este tipo de ataques son invisibilizados en el país. Los principales agresores suelen ser hombres y las víctimas, en su mayoría, son mujeres, niños y niñas.
Hasta ahora, sólo tres entidades reconocen este tipo de delito:
- Estado de México. El Congreso reformó, en el 2020, su Código Penal y en su artículo 238, número XI, refirió que se aplican de 5 a 10 años de prisión con multas que van de 100 a 200 días a quien produzca lesiones dolosas mediante el uso de ácidos o sustancias corrosivas.
- Oaxaca (se reformó en 2020). Adicionó los artículos 412-A y 412-B, que establecen que la persona que agreda a una mujer con químicos, agentes físicos o sustancias corrosivas comete el delito de alteraciones a la salud por razón de género, por lo que se castiga hasta con 40 años de cárcel.
- Ciudad de México (se reformó en 2019). El artículo 130 y 131, refieren que a la persona que cause daño o alteración en su salud, se le impondrán penas que van de 6 a 8 años de prisión (depende el tiempo de sanación de la víctima) y las penas se incrementan cuando se empleen ácidos, sustancias corrosivas o inflamables.
En México, la Fundación Carmen Sánchez MX ha documentado 24 casos de víctimas por ataques de ácido. Argumentan que hay más, pero son pocos los que se denuncian, por diversos motivos, entre ellos el miedo y la ausencia de justicia.
En Colombia, según cifras de Acid Survivors Trust International (ASTI) ha documentado que se dan, aproximadamente, 100 ataques al año. Reino Unido tiene una de las tasas más altas por estos ataques, en 2018, se reportaron 501 crímenes. En India, en el mismo año, se registraron 228 ataques.
Otros países que han registrado estos delitos son Camboya, Pakistán, Bangladesh, Uganda y Nepal.
En cada país, según los estudios que ha realizado dicha organización existen contrastes, aunque sobresale que las víctimas pertenecen a clases socioeconómicas bajas, no hay acceso a la justicia ya que sus códigos penales no los reconocen, persiste la impunidad y prevalecen cifras escandalosas por violencia de género.