El convoy de ayuda enviado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), con destino a Acapulco, avanzó hacia lo incierto…
Al llegar de madrugada, luego de 12 horas de camino, entre deslaves, los recibió el letrero con la leyenda: “Bienvenidos al paraíso del Pacífico”.
Un paraíso que fue golpeado por la fuerza de la naturaleza…
Los grupos de ayuda conducen sus unidades entre lodo y grandes encharcamientos, en un sitito donde no hay energía eléctrica. Se encuentran en la ‘zona cero’, lugar donde el huracán ‘Otis’ tocó tierra con vientos de hasta 270 kilómetros por hora.
A su paso hay negocios cerrados, autos abandonados o volteados, antenas caídas…
De madrugada, a las tres de la mañana, nadie está afuera de sus casas; el puerto donde habitualmente hay fiesta y baile hoy permanece desolado, nadie cuida los negocios y los hospitales privados están cerrados.
Ya con la luz del día, Mario Terraza, turista chileno, hablo con El Once:
“Ya hubo saqueos donde la comida está escaseando, lo dijo mi colega también; el agua es solamente embotellada y eventualmente se va a acabar o ya se acabó, no sabemos que pasó en la noche, así que creo que las fuerzas del orden tienen que apoyar en ese sentido a las personas de más necesidad”.
De noche, el comisario del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), vio los daños y se dijo preocupado.
“Nos preocupa la seguridad del personal, el poder atender urgentemente a la población”, comentó Guido Sánchez, comisario del ERUM.
De día, los daños en toda la costera de Acapulco son tangibles…
“Aquí es el centro de Acapulco, aquí nos pegó de lleno; fue una cosa que no se lo deseamos a nadie, entró un remolino a las casas, era un viento tremendo. Necesitamos el apoyo de todo México, está destruido Acapulco”, expresaron habitantes de esa ciudad.
Y agregaron: “Acapulco está totalmente destruido y necesitamos ayuda de la Comisión Federal que es lo más importante; el agua y la luz es lo que necesitamos”.
Los trabajos de esta mañana, tarde y noche por parte de los elementos del ERUM especializados en estructuras colapsadas, y el equipo ‘Zorros’ de la SSC-CDMX, han permitido la apertura de caminos en la zona del Puerto de Acapulco, a fin de permitir que la ayuda llegue con mayor fluidez.
La apertura de vías por mínima que sea, ha facilitado la posible salida de turistas de determinados puntos cercanos a la costera Miguel Alemán.
Con sierras, mazos, palas, picos e incluso con sus propias manos, los rescatistas realizaron los esfuerzos necesarios para remover enormes troncos, vallas y todo aquello que impedía el libre tránsito, pero la ayuda llega a cuentagotas.
Luego de recorrer la costera Miguel Alemán por más de tres horas, en medio del tráfico, el convoy integrado por 150 elementos del ERUM y de la SSC-CDMX logró instalar un puesto de mando para organizar las acciones de ayuda a la población.
Por ahora y luego de trabajar por varias horas, los integrantes de este comité de ayuda se tomaron un descanso y planean reiniciar sus actividades, este viernes por la mañana.