Ante los acontecimientos ocurridos en la caseta de Palo Blanco, en Chilpancingo, Guerrero, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió un llamado a la instalación de una mesa de diálogo, para privilegiar la generación de acuerdos que coadyuven a la construcción de un ambiente de paz, respeto y protección a los derechos humanos.
Todo ello, tanto para quienes ejercen el derecho a la protesta social, de las personas que habitan y transitan el estado de Guerrero, así como de los servidores públicos responsables de garantizar la seguridad ciudadana, pero sobre todo, para buscar soluciones de fondo a problemas que datan de muchos años atrás.
La CNDH advirtió que es imprescindible revisar las causas que motivan las protestas de los normalistas así como avanzar en las investigaciones ministeriales relacionadas con la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Lo anterior bajo las líneas de investigación impulsadas por el Comité de Madres y Padres, y atender también las necesidades académicas y materiales de las escuelas normales rurales de las diferentes entidades federativas, para prevenir hechos que pongan en riesgo la protección y el ejercicio de los derechos humanos de las personas.
La CNDH se declaró lista para coadyuvar en la concreción de ese necesario diálogo y apoyar, de conformidad con sus funciones y atribuciones, a efecto de encontrar los mejores caminos de entendimiento y de solución.