La presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, firmó el Protocolo para la Prevención y Atención del Hostigamiento y/o Acoso, Sexual y/o Laboral, cuyo propósito es prevenir y atender este tipo de prácticas, además de contribuir, de forma significativa, a la construcción de una política institucional en la materia. Ante servidores públicos de la CNDH, aseveró que en estos tiempos de transformación es fundamental “no permitir y no aceptar conductas que lastiman profundamente a nuestra sociedad, mismas que dan paso a distintas y variadas formas de violencia, como la laboral, el acoso y el hostigamiento; al tiempo de reconocer que en nuestro país todavía falta mucho para comprender cabalmente los principios de igualdad y equidad”. Piedra Ibarra afirmó que dicha realidad obliga a tomar acciones concretas para hacer de la CNDH un espacio libre de violencia laboral y de cualquier clase de discriminación, “pues actos inadmisibles que no pueden suceder en nuestra institución, cuya misión central es garantizar y defender los derechos humanos”. Detalló que, para cumplir con este objetivo, se nombró a la maestra Aracely Nogueda como defensora de los derechos humanos al interior de esta institución, cuyo cargo honorífico será rotatorio entre el personal de mando que se destaque por su comportamiento ejemplar. Resaltó que en la actual CNDH existe paridad en la integración de su plantilla laboral y un equilibrio entre las mujeres y hombres que ocupan posiciones de mando, por lo cual obtuvo la certificación de la Norma Oficial Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y no Discriminación al 100%, por parte de Factual Services, S.C., empresa acreditada ante la Entidad Mexicana de Acreditación, lo que es motivo de orgullo y satisfacción. Por último, exhortó a las y los trabajadores de este organismo autónomo a fomentar la convivencia armónica entre hombres y mujeres, entre iguales y diferentes, entre jefes y subordinados, así como el respeto, los valores éticos, la tolerancia, la comprensión, la solidaridad y la empatía, además de desterrar conductas que lastimen nuestra dignidad.
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