Desde hace cinco años, María del Carmen recorre montañas, escarba terrenos, indaga en casas abandonadas o en lotes baldíos. Busca una esperanza, un dato que la lleve a encontrar a su hijo Carlos Donaldo Campos, quien es una de las casi mil 500 personas desaparecidas, registradas en Colima.
“Yo no sé qué le pasó a mi hijo, no sé quién se lo llevó. No tengo nada de él; sí hay una persona que está juzgada, pero ella dice que no, que no fue, y no sabe nada y al final del día no tengo nada de mi hijo, yo no sé si está vivo o está muerto o dónde está’’, dijo María del Carmen Sepúlveda, integrante de la Red de Desaparecidos de Colima.
Pese a todos los esfuerzos, María no tiene un rastro concreto del destino de Carlos. Sin embargo, este mes tanto ella como familias de la Red de Desaparecidos de Colima y la Fiscalía Especializada en este delito, encontraron los restos de 92 personas, en 55 fosas clandestinas, ubicadas en la comunidad Cerro de Ortega, municipio Tecomán.
Con ello se espera que al fin 92 familias puedan saber de sus seres queridos.
“Aunque no encontremos a los de nosotros, sabemos que otras familias ya van a tener la paz de encontrar a sus seres queridos y también los que están ahí van a descansar en otro lugar mejor que donde estaban’’, comentó María del Carmen.
Colima es el segundo estado del país en el que se han encontrado más fosas clandestinas en los últimos 17 años, con más de 300; sólo es superado por Veracruz.
Tiene el segundo municipio, a nivel nacional, con mayor número de fosas clandestinas con restos humanos: Tecomán, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas.
Esta demarcación colinda con Jalisco, la entidad con más personas desaparecidas registradas en el país, casi 15 mil casos.
“Yo no sé si se deba a tanto narco que hay, a tantas películas, canciones, que se dicen que ganan mucho y al final del día nunca les dan lo que le prometen’’, dijo María del Carmen Sepúlveda.
La mamá rastreadora resalta que el siguiente reto es identificar los restos óseos encontrados y confía que las autoridades logren determinar las identidades de las 92 personas.
La falta de comunicación entre autoridades estatales obstaculiza tener pistas de las víctimas, como pasó con el caso del hijo de María del Carmen. Y esto, además, permite a las organizaciones criminales convertir las comunidades más alejadas, en enormes fosas.
“A él se lo llevaron a Jalisco y como Jalisco no hace colaboración con colima no tengo nada, tengo el implicado, pero a partir de ahí no tengo nada, porque la investigación se corta porque ya Jalisco y Colima no pueden trabajar juntos’’, concluyó María del Carmen Sepúlveda, integrante de la Red de Desaparecidos de Colima.
La madre buscadora asegura que su labor continuará hasta dar con los suyos, a quienes se los llevaron, a quienes están perdidos, a todos y cada uno de los que faltan.