Una deuda pública sin precedente, que podría llegar a 8 mil millones de pesos. Un sexenio sin obra pública, que deja al borde del colapso vial al principal puerto del país, Manzanillo.
Un fracaso que mantiene a Colima entre los cinco estados con los mayores índices de criminalidad, y que ha registrado asesinatos como el de un exgobernador, un juez federal, y otros tantos atentados contra políticos.
Nulo fomento de las inversiones que han propiciado mayor desempleo. Arcas públicas vacías, que han dejado a los trabajadores del estado sin sueldos y diversas acusaciones de corrupción que lo tienen en la mira de las autoridades federales y que podrían llevarlo a prisión. Tales son tan sólo algunas de las tragedias que han vivido los colimenses con el priista José Ignacio Peralta, el político que hoy ha dejado al garete a esta entidad y a sus habitantes en la zozobra.
Un desastre financiero, económico y social que se agudiza a dos meses y medio de que José Ignacio Peralta entregue el cargo.
Hoy, en Colima difícilmente alguien sale en defensa de este priista, quien es señalado por legisladores del estado, funcionarios, dirigentes sindicales, colectivos civiles y ciudadanía en general como el responsable de la crisis que vivieron los colimenses en los últimos seis años.
Para el sólo hay severos reproches y acusaciones y denuncias, por incapacidad, corrupción, lavado de dinero, desvío de recursos y tráfico de influencias.
Aunque en las cuentas públicas se señalan alrededor de 6 mil 200 millones, así en números, en documentos. Pero se habla de que pudiera estar hasta en 8 mil millones de pesos. Eso ya lo declarado la gobernadora electa y es preocupante”, Remedios Olivera, presidenta del Congreso del Estado de Colima.
Para los casi 800 mil colimenses, cuyas próximas tres generaciones tendrán de pagar la deuda pública heredada, la insolvencia financiera o quiebra económica del estado, tiene nombres y apellidos: José Ignacio Peralta; su exsecretario de finanzas, Santiago Chávez Chavéz y hasta la actual legislatura local, que autorizó la contratación de créditos a la administración estatal saliente.
Cuando un gobierno endeuda una administración, pues endeuda a todo el pueblo, porque al final de cuentas, somos los que tenemos que pagar, con disminución de servicios, disminución de obras, disminución en medicamentos”, Griselda Martínez, presidenta municipal de Manzanillo.
Las preguntas “¿Dónde está el dinero perdido? ¿Qué destino final tuvieron los recursos públicos malgastados?”, recorren las calles del estado y encuentran eco hasta en los trabajadores sindicalizados del gobierno de Peralta Sánchez.
Obviamente que era innecesaria la contratación de tanta deuda primero, dos, habla de excesos, presuntos desvíos de recursos que deben investigar el órgano auditor estatal el órgano auditor federal Y la propia legislatura entrante”, Martin Flores, secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno de Colima.
En la estela de desastre heredada por Peralta, no escapan al ojo de los colimenses, probables actos de corrupción que podrían estar detrás de los altos índices de inseguridad en la entidad, con el registro de 13 mil 550 delitos de enero a junio de este año, y que entidad tiene el mayor número de contagios por COVID, 18 mil 741 casos positivos, y mil 465 muertes.
Hay algunos elementos, asuntos que mueven la sospecha. Por ejemplo, se promovió la creación de un libramiento carretero en la zona capitalina, para la ciudad de Colima y que sería el proyecto digamos posterior a este Gobierno. Lo dejaría como herencia y la especulación es que personas allegadas al gobernador y al equipo gobernante adquirieron todos los terrenos por donde pasaría este libramiento”, Adalberto Carvajal, periodista de Colima.
A partir de mañana, el desglose en 4 partes de toda esta documentación periodística, sobre como dejará el gobernador Ignacio Peralta al estado de Colima, al concluir su gestión el 31 de octubre.