México vive una de las peores sequías de la historia reciente, que de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional afecta, en diferentes magnitudes, al 80% del territorio nacional.
Son varias las causas de esta crisis en el abastecimiento. Y una de ellas, de la que poco se habla, es el papel de los empresarios que se adueñaron del agua del país.
Y es que el país se seca, denuncian. ¿Cuál es el manantial de este escenario?.
Es importante decir que va más allá de los bajos niveles del sistema Cutzamala, que solo aporta 26% del líquido en el Valle de México, más del 50% proviene de pozos o fuentes que tienen dueño.
Lo que enfrentamos hoy en todo el territorio es una crisis por acaparamiento y tiene que ver con las concesiones, o los grandes volúmenes de agua que se permitió utilizar a industriales y empresarios, en los últimos 30 años.
Comenzó en 1992, cuando se impulsó la ley de aguas nacionales, para dar certeza al Tratado del Libre Comercio (TLC).
Esta propició el “boom” de las concesiones. De tres mil que había en 1994, diez años después existían 300 mil, la liberalización del agua consolidada durante la administración de Ernesto Zedillo.
En ese contexto surgieron los millonarios del agua, ese privilegiado 1% de usuarios que dispone de casi la cuarta parte del total del agua.
“Estábamos hablando, en ese momento, en el 2020, logramos sistematizar todo eso, 300 mil usuarios, más o menos, aproximadamente había. Y de esos 300 mil usuarios había alrededor de 6 mil usuarios que concentraban o acaparaban, o explotaban más o menos, alrededor del 60% del agua de nuestro país, estamos hablando de 6 mil usuarios. Cuando logramos separar entre lo público y lo privado, de esos 6 mil”, dijo Wilfrido Antonio Gómez Arias, coordinador social de Data Ibero de la Universidad Iberoamericana.
El académico Wilfrido Gómez es autor del estudio “Los millonarios del agua“, junto con Andrea Moctezuma.
“Había 3 mil 304 usuarios privados que acaparaban el 22.3% del agua de nuestro país para uso consultivo, estamos hablando de una cuarta parte más o menos del agua concesionada en nuestro país, la tenían tres mil usuarios de 300 mil, estamos hablando del 1%”, agregó.
Tras analizar el registro público de derechos de Conagua, identificaron a estos acaparadores.
Destacan Kimberly Clark y su propietario Claudio X. González. La empresa tiene once concesiones, diez de ellas obtenidas de 1994 al 2000 para 27 millones de litros.
La compañía ha sido señalada por contaminar afluentes de Querétaro, Michoacán y Veracruz.
Otro caso es Buenavista del Cobre, perteneciente a Grupo México de Germán Larrea. Tiene cuatro concesiones para 57 millones de litros de agua al año. Se le ha acusado de contaminar el norte del país.
También aparece Altos Hornos, que era propiedad de Alonso Ancira, acusado de corrupción. Posee seis concesiones.
Son ejemplos de contratos que no consideraron nunca la capacidad de los acuíferos. Y no lo hicieron, gracias a la Ley vigente, que, además, no se quiere modificar.
“Había cerveceras, acereras, mineras, embotelladoras, automotrices, había bancos también. Estaba Kimberly Clark, estaba, también había agroindustrias, me faltó comentar, la parte del norte, las que cosechan el tomate cherry, en el norte, en Baja California”, añadió Wilfrido Gómez.
“De la industria minera, no, encontramos de Germán Larrea, Peñasquitos tiene alrededor de 50 millones de metros cúbicos de agua para explotar y sabemos las implicaciones que tiene eso, en una minera de contaminar tanta agua se contamina y va a los mantos acuíferos y los contamina”, añadió.
Otros millonarios son Grupo Modelo, Heineken, Femsa, Pepsi, Herdez, Bachoco, Sabritas, Su Karne.
Grupo Lala explota 38 millones de litros de agua al año y acapara 80% del agua de La Laguna, según el estudio.
Banco Azteca de Ricardo Salinas Pliego, tiene concesionados 2.2 millones de litros anuales.
“Bancos, Banco Azteca, Santander, Banorte, tenía BBVA, tenían concesiones”, puntualizó Gómez.
Para dar un giro al sistema de concesiones, se ha planteado establecer desde el 2012 una nueva Ley de Aguas Nacionales, sin que a la fecha haya prosperado la propuesta.
Es una situación que agudiza el panorama actual y plantea escenarios muy adversos, como los bajos niveles históricos del sistema Cutzamala. Al respecto se solicitó una entrevista a Conagua, que no se ha concretado.