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¿Cómo actúan los binomios caninos ante una emergencia?

Con la habilidad de binomios caninos se puede localizar personas supervivientes bajo escombros o en situaciones críticas.

Cada vez que tiembla, los nervios están a flor de piel, ¿y cómo no? Lo primero que se trata de hacer es correr y resguardarse en un lugar seguro, sobre todo, si nos encontramos en espacios peligrosos o de altura que puedan poner en riesgo nuestra integridad física.

Lamentablemente algunas personas se hallan en lugares donde les es imposible llegar en 50 segundos (tiempo en que suena la alerta sísmica previa al temblor) a la calle o a un espacio donde estén alejados de muros altos o edificios.

Ayuda canina

Ante una tragedia por colapso o derrumbe y en caso de que personas queden atrapadas, no sólo existen los rescatistas humanos sino también los llamados binomios caninos que están para ayudar en estas temibles circunstancias.

Luego del susto que Ciudad de México vivió este 19 de septiembre, muchos se preguntan ¿qué hace o cuál es la labor de un binomio canino en tales situaciones? ¿Cómo se entrenan?

A fin de responder esas y otras duda, Once Noticias contactó con Eusebio Enríquez, licenciado de Medicina Veterinaria y Zootecnia por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y certificado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) como entrenador canino.

“Lo primero es que un entrenador canino debe conocer diferentes técnicas de búsqueda para encontrar a las personas lo más rápido posible en casos de emergencia; de esa manera transmite esos conocimientos a los caninos que se estarán entrenando para detectar el olor de una persona ahogada, del hueso humano quemado, del estrés propio de las personas en situaciones desesperantes y de la putrefacción, típica de cadáveres”, indica.

Señala que los binomios caninos no son perros entrenados para cazar o algún otro acto agresivo, todo lo contrario, son dóciles, amigables y muy nobles.

“Son perros amorosos porque así están criados; desde el origen de su nombre: binomio, que quiere decir el equipo conformado por un humano, o sea el entrenador y su perro. Entre ellos debe existir una relación muy fuerte de respeto, amistad, confianza y construida durante años, eso es un binomio canino y sus características”, explica Eusebio Enríquez.

Indica que la parte básica de su entrenamiento dura de 12 a 14 meses, con prácticas diarias de 4 horas; ese tiempo dependerá del temperamento del perro y su especialidad zootécnica. Entrenarán en superficies inestables, lugares inclinados, donde no hay mucha luz o en donde tenga que enfrentar ciertas circunstancias como ruidos fuertes, estímulos, lluvia o el fuego.

“Empezamos su entrenamiento jugando, con cosas que le guste morder al perro, como telas y cuerdas. Cuando se encuentra algo que le llame la atención, los entrenadores empezamos con ese ‘algo’ para enseñarles a encontrar personas. Nunca se usa la violencia para corregirlos, sino un sistema de premios, como si enseñaran a un niño a obedecer”.

Por lo general, los entrenadores de binomios caninos eligen razas grandes para dedicarse a éste noble tarea porque sus jornadas de trabajo son largas y extenuantes. Y, lamentablemente, con pocas horas de descanso.

El experto dice que las razas más comunes en este esfuerzo son: pastor alemán, pastor belga, labrador retriever porque son más empáticos con los sentimientos humanos, pero también pueden ser mestizos y hasta Chihuahua.

“Pero en sí, la raza no es determinante, si hay un buen entrenador, cualquier perro puede hacer ese trabajo. Al fin de su curso y entrenamiento se califica cuál perro ha sido el más óptimo para esta labor de mucha responsabilidad”, comenta.

¿Y cómo actúan ante temblores o terremotos?

Las pruebas de entrenamiento ante posibles situaciones de sismo son, por ejemplo, la colocación de objetos escondidos sin que el perro tenga la posibilidad de obsérvalos; la construcción de distracciones como fuego, ruido de motor o golpes de martillo, así como la simulación de posibles situaciones que se presentan en un desastre, esto con el objetivo de medir su capacidad de acción.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica) -entidad del Gobierno Federal que protege los recursos agrícolas, acuícolas y pecuarios de plagas y enfermedades de importancia cuarentenaria y económica- durante la etapa de adiestramiento del perro y capacitación del manejador (entrenador) en conjunto realizan ejercicios de búsqueda de alimentos en equipajes distribuidos en los simuladores: bandas aeroportuarias, puntos de verificación federal y puertos.

Por ejemplo, en la banda aeroportuaria, el manejador da la instrucción al canino para que busque alimentos en las maletas, mientras la banda está en movimiento, así que nuestro perrito deberá ser muy hábil para aprender a moverse rápidamente y a la vez, identificar en cuales equipajes hay alimentos.

“En concreto, los binomios caninos deben tener un cuerpo ágil, buena resistencia, adaptarse a condiciones frías y calientes, no ser temerosos, tener equilibrio y con patas fuertes para cavar, saltar o trepar, por ello, son canes muy resistentes, trabajadores y nobles en todos los sentidos”.

Actualmente es inimaginable pensar en un rescate de personas donde este binomio no esté presente: en aludes de tierra o nieve, atrapadas en espacios confinados, en estructuras colapsadas, o por arrastre de náufragos o bañistas, así como por la búsqueda forense para víctimas de desastres, crímenes, fosas comunes o personas ahogadas en cuerpos de agua.

Datos de la Secretaría de la Marina (Semar), indica que, en México, sobrepasan los 300 binomios caninos.

En lo referente a binomios humano-animal para rescate humano, la empresa brinda su respaldo a BREC-K9, un grupo multidisciplinario con sede en Quintana Roo, que hoy se compone por 25 bomberos voluntarios y paramédicos, así como 10 perros activos entrenados para atender desastres nacionales e internacionales.

Fundado desde 2004 como grupo de rescate únicamente humano, BREC-K9 colaboró durante el tsunami de Indonesia de ese año, el terremoto de Haití de 2010, el terremoto de Nepal de 2015 y fue poco antes de brindar su apoyo durante el terremoto de Ciudad de México, de 2017, cuando finalmente comienzan a trabajar en binomios con perros para rescate y se establecen como BREC- K9.

Justo, a partir del sismo de 2017, este grupo generó un vínculo con Royal Canin y hoy ambos forman parte de los proyectos de Royal Canin Foundation.

Orígenes de los binomios de rescate en México

En el temblor del 19 de septiembre de 1985, los binomios franceses llegaron a nuestro país para contribuir al rescate. Poco después, cuando México estuvo en fase de recuperación de esta circunstancia, los binomios franceses comenzaron a entrenar a perros mexicanos en conjunción con el grupo de los Topos, un grupo de voluntarios humanos que trabajaron coordinadamente en las acciones de búsqueda y rescate de víctimas de 1985.

En febrero de 1986 se constituyó legalmente como Brigada de Rescate Topos Tlaltelolco A.C. Al mismo tiempo, binomios italianos y suizos, también comenzaron a entrenar a binomios para el rescate en estructuras derrumbadas que dependen de la UNAM.

Desde entonces y paulatinamente los binomios humano-animal de rescate han ido creciendo en el país, no sólo dentro de estructuras gubernamentales como en el caso de la reconocida perrita ‘Frida’, perteneciente a la Armada de México, sino bajo estructuras privadas (generalmente de voluntarios) que en conjunto generan una red de ayuda dentro y fuera del país, además de moldear la conciencia social sobre los perros y su trabajo durante los desastres naturales.

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