Ícono del sitio Once Noticias

¿Cómo ayudar a prevenir abuso sexual contra las infancias?

Foto: Unsplash.com.

El abuso sexual infantil en México registró 22 mil 410 casos en 2021, es decir, cada día se cometieron 61 delitos de violencia sexual contra infancias y adolescencias.

La Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI), advierte que para prevenir el delito, es necesario explicarles que su cuerpo no debe ser tocado ni visto por nadie, así como conocer a detalle los contextos en que niñas, niños y adolescentes se desarrollan.

“Verificar los lugares, cómo es la escuela, conozcan las escuelas de sus hijos, entren, vean dónde están los salones, cómo son los baños, cómo son las bodegas, hay o no casa del conserje. ‘Tú a esa casa no vas y si te llevan a esa casa me dices’, ¿no? ‘Tú a esas bodegas no puedes entrar, tú al baño tienes que ir aquí y si alguien va contigo me dices’. Conocer la plantilla, qué maestros están, quiénes son los que están  frente a grupo”, señaló Mariana Gilberto, directora de ODI.

Entre otros puntos, también es importante tomar en cuenta que los baños de personas adultas deben estar separados de los baños para las niñas y los niños, las ventanas deben permitir visibilidad de lo que ocurre en oficinas y aulas. Asimismo, todos los espacios deben tener un fácil acceso de vigilancia.

Las y los depredadores sexuales muchas veces amenazan a sus víctimas, por ello es importante recordar que algunas personas mienten para asustarles y lo que dicen no es verdad. Hacerles sentir confianza también es importante.

“Darles los mensajes a sus hijos sobre que cualquier cosa que les pase o cualquier cosa que les haga sentir incómodos, puedan hablarlo con ustedes; que si un adulto le está haciendo daño, también hay adultos que les pueden proteger. En los casos que hemos visto, la mayoría de los niños y niñas son amenazados”, explicó la directora de ODI.

Foto: Unsplash.com

El riesgo no se limita a las escuelas

Aunque los síntomas de alerta son diversos, expertos advierten que existen comunes denominadores como problemas para el control de esfínteres, es decir, su hijo o hija ya no se hacía del baño en la cama y ahora no puede controlarlo.

“Regresiones, miedos, pesadillas, miedos específicos a un lugar que antes no, al baño, a una persona en particular, incluso miedo  a ir a la escuela; todos estos tipos de síntomas o de cambios emocionales son una alerta, háblenlo con sus hijos e hijas, pregúntense por qué está pasando eso, no necesariamente es violencia sexual pero está bien tener este tipo de focos”, indicó la especialista.

Mariana Gilberto, directora de ODI, destacó que, sobre todo, hay que tomar en cuenta que el riesgo no existe solo en las escuelas, sino también en otros espacios donde las infancias y adolescencias pasan tiempo.

Resaltó la importancia, además, de creerles a las niñas y niños, agradecer su confianza y comprometerse a protegerles. Se debe evitar insistir demasiado en saber los detalles y permitir que hablen de lo sucedido a su ritmo.

Salir de la versión móvil