Luego de dos años que la comunidad de Cicacalco denunció la apertura de un relleno sanitario que fue abierto en su comunidad, ubicado en Tlaltenango, Zacatecas, y que provocó daños ambientales, el pasado 17 de noviembre la comunidad indígena fue notificada que la Dirección de Fuentes de Contaminación de la Profepa ejecutó el dictamen de Clausura total definitiva de ese basurero.
La comunidad señaló que Yves Eduardo González Villa, director de Atención Ciudadana de Semarnat y Lourdes Angélica Briones Flores, delegada de Profepa en Zacatecas, colocaron los sellos de clausura de este tiradero y denunciaron que no estaban presentes inspectores.
Clarisa Trejo, habitante y afectada de la comunidad, en entrevista con Once Noticias dijo que les resultaba paradójico que Angélica Briones fuera quien pusieron los sellos, dado la bióloga sostuvo que no había contaminación hace dos años, “ahora le toca instalar los sellos”.
Y es que explicó que las autoridades son quienes se han negado que exista contaminación, porque argumentan que responde sólo a un conflicto social, aunque tal derivó de la instalación de este espacio.
“Hay una afectación al medio ambiente, a nuestros arroyos, a nuestra comunidad. La situación es que el municipio sigue sordo, no quiere hacer la remediación, pero es una notificación oficial de la Profepa. La notificación al municipio fue antes, pero hasta el 17 de noviembre nos notificaron”, expresó al medio.
Sin embargo, el camino aún es largo, dado que el proceso no sólo implica la clausura sino también la remediación y saneamiento del espacio, además de desistir de la judicialización contra tres personas de la comunidad que interpuso el municipio, por lo que los habitantes habían denunciado al medio que prevalece la criminalización de su movimiento.
Ante tal, Clarisa expresa que el municipio de Tlaltenango sigue sin presentar proyecto para el saneamiento y remediación, y que eso les genera preocupación.
“El municipio debería sentarse a la mesa con nosotros y las autoridades, para ver el proceso que se realizará, pero pareciera que lo hace a cuentagotas. No sabemos si Profepa va a tener compadrazgo con el municipio y ahora Semarnat, pues son las instancias que deben presionar al municipio para que presente su proyecto. Aún tenemos cabos sueltos de las demandas de tres de nuestros compañeros”, denunció.
De acuerdo con el comunicado que la comunidad ha circulado, expresan que la fecha límite para desistir de esas demandas era hasta el 2 de diciembre.
Aunado a esto persiste también un amparo que interpuso Salvador Arellano Anaya, presidente municipal de Tlaltenango, a Profepa en contra de la clausura total de este proyecto. Por esa situación Clarisa señala que las autoridades municipales sostienen que con la clausura el amparo es obsoleto, pero les genera intriga que el municipio tenga ese argumento.
“Siguen insistiendo que sólo es un expediente que está abierto, sigue su curso y no se puede detener. Es su haz bajo la manga, no hay un proyecto de remediación”. La habitante de la comunidad enfatizó que la clausura sólo fue un proceso dado que la llevaron a cabo cuando el 9 de septiembre de 2020, un grupo de mujeres, al que luego se unió la comunidad, tomaron las instalaciones.
“Desde hace dos años no entra la basura al espacio, pero eso no ha impedido que la contaminación continúe y haya afectación. Siguen escurriendo los lixiviados y ahí las autoridades ambientales no les ha importado, no ha habido interés. Ahora clausura, pero la contaminación sigue y algo que nos preocupa. ¿Hasta cuándo la Profepa va a hacer las sanciones pertinentes al municipio? Porque pareciera que les está prolongando la vida”, expresó Clarisa Trejo al medio.
La habitante también dijo que el propósito de su lucha no sólo es la clausura, sino que las personas responsables de la contaminación paguen y remedie, “ese el propósito de nuestra lucha, por eso se tomaron las instalaciones: por la mala operatividad, pero también porque no existen 25 millones invertidos en ese espacio, no opera de manera correcta y contamina”.
Clarisa concluyó que les causaba mucha alegría, pero continúan preocupados y en pie de lucha. Hasta ahora están a la espera de los resultados para determinar el grado de contaminación y con eso empezar el proceso de remediación, también esperan que se desistan los procesos judiciales a sus compañeros.
“Estamos muy contento, todavía no lo creemos, pero nos preocupa, y sigue siendo su tema de lucha es la remediación, necesitamos que la basura lleve tratamiento y que sancionen a las personas que no invirtieron los 25 millones a ese relleno y que por eso hay contaminación. Tenemos la clausura total, es porque existe contaminación”, concluyó.
Es así que la comunidad solicita que Semarnat haga una declaratoria de contaminación, el deslindamiento de responsabilidades, mediante la revisión administrativa correspondiente, y que el municipio de Tlaltenango desista de la judicialización en contra de sus compañeros de la comunidad.