La comunidad jesuita en México pidió de manera respetuosa al presidente López Obrador que revise su proyecto de seguridad pública porque el país no va bien, afirmaron miembros de esta orden religiosa durante la misa de cuerpo presente de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos.
Señalaron que hay miles de dolientes sin voz que claman justicia y que los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos.
Los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos fueron asesinados el pasado lunes en la localidad de Cerocahui, Chihuahua, junto al guía turístico Pedro Palma. Sus cuerpos plagiados fueron hallados dos días después sobre una carretera que conecta con Creel.
La comunidad jesuita afirmó que no abandonará la misión en Chihuahua y menos el servicio a la gente.
Secundó el llamado a un diálogo nacional que hicieron los obispos de México y convocaron a la sociedad y a las autoridades a no agudizar la polarización del país.
Los miembros de la orden religiosa afirmaron que todos tenemos responsabilidad en la tragedia que significó el asesinato de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos, y del guía turístico Pedro Palma.
De manera categórica señalaron que México necesita la justicia y la reconciliación.