
En la sierra norte de Veracruz, por siglos, sus pobladores han vivido de y para el bosque.
Desde pequeños aprenden del pastoreo. En sus murales reflejan su cultura originaria de pueblos nahuas, tepehuanos y ñha ñhu. En sus viveros aplican conocimientos que van más allá de las plantaciones de maíz y frijol.
Todo esto se encuentra amenazado por empresas extranjeras que buscan explotar diversas concesiones mineras.
“No estamos de acuerdo con ese tipo de minería, para nosotros nuestra prioridad es el bosque”, señaló Alberto Velázquez Martínez, secretario del ejido Rosa de Castilla.
Los pobladores han señalado que no permitirán ser despojados de esos territorios.
“Si quieren venir a quitarnos nuestro territorio, pues no. Tenemos que cuidar el agua, cuidar los árboles, todo lo del ecosistema”, destacó el habitante de Rosa de Castilla, Alejandro López.
La concesión más grande, con una extensión de 35 mil 484 hectáreas, conocida como Elefante, fue otorgada el 25 de septiembre de 2011 a la minera Hochschild, S.A de C.V.
La empresa británica tiene tres minas subterráneas en operación en América Latina, dos en Perú y una más en Argentina, así como una amplia cartera de proyectos activos de exploración en metales preciosos, como el oro y la plata.

Pobladores se oponen a explotación de bosques
En Huayacocotla, los pobladores relatan que de la noche a la mañana se presentaron empleados de la empresa para convencerlos de los supuestos beneficios que les traería la explotación de los bosques.
“Como que se mezclaban por ahí con los vecinos y los confundían haciéndoles propuestas de engañarlos con algo diferente a lo que venían”, contó Velázquez Martínez.
Mauro Escalante Flores, expresidente del Comisariado Ejidal Cerro de Tzocohuite, indicó que en su momento, él convocó a una asamblea, pero la población se opuso a la explotación.
“Al inicio se siente bonito por esas palabras, pero al último convoqué a una asamblea, me junté con mi gente y les comenté el detalle y ellos dijeron no, pues no”, narró.
Los pobladores fueron entendiendo que sus tierras estaban en peligro.
“Los ejidos y las comunidades se fueron dando cuenta de las concesiones hasta el 2019, por la cuestión de que una empresa llamada La Victoria, puso un campamento en Agua Blanca”, contó Isaac Romero Hernández, del Comité de Derechos Humanos Sierra Norte de Veracruz.

Una alternativa de información fue acudir a la estación de radio comunitaria. Mónica López Cuétara, coordinadora de Radio Huayacocotla, indicó que nadie sabía nada sobre las concesiones.
“Nosotros, al igual que la gente, no sabíamos que había concesiones, no sabíamos que estaba concesionado una parte del territorio del municipio de Huayacocotla y fue cuando empezaron a venir algunas empresas a querer hacer exploración”, explicó.
Ejidatarios y comunicadores supieron de la existencia de otras concesiones otorgadas hasta por 50 años, como MJSA 1 y Paola, la primera data del 30 de septiembre de 2009 y la segunda del 28 de septiembre de 2011, cada una de ellas por casi cuatro mil hectáreas.
“Lo más difícil y perjudicial de estas concesiones, es que han sido entregadas desde hace tres sexenios, desde tiempos de Calderón y de Peña Nieto, y sin preguntarles a las comunidades. Las comunidades están muy enojadas y muy claras en que no se deben admitir las concesiones de minería metálica”, señaló Alfredo Zepeda González, de Radio Huayacocotla.
Acciones legales
De inmediato, emprendieron una lucha legal. Iniciaron tres amparos judiciales, de los cuales, uno ya sobreseyó, el correspondiente a la concesión Elefante, por falta de pago por parte de la empresa.
“Nos sentimos orgullosos porque a pesar de que es un ejido muy pequeño, igual no contamos con muchos recursos como para poder llevar a cabo, pero le agradecemos mucho la cooperación, la ayuda que nos brindó Radio Huaya”, destacó Maricela Tolentino Ramírez, presidenta del Comisariado Ejidal Cerro de Tzocohuite.
De acuerdo con el informe anual de la Cámara Minera de México, nuestro país ocupó el primer lugar mundial en extracción de plata, noveno en oro y décimo en cobre.
Pero los habitantes de la sierra norte de Veracruz no quieren ser parte de esa estadística, por lo que aún están pendientes de la resolución de dos amparos interpuestos ante instancias judiciales que buscan frenar las concesiones mineras en la región.